Europa presionó el lunes para afinar y ampliar su respuesta a la invasión rusa de Ucrania, mientras Suecia estaba a punto de seguir a Finlandia en la búsqueda de la adhesión a la OTAN y la Unión Europea trabajaba para prohibir las exportaciones de petróleo ruso que ayudan a financiar la guerra.
Sobre el terreno, Rusia sufrió más reveses en su ofensiva en el este, donde los defensores ucranianos luchan desesperadamente contra los intentos de avance e incluso consiguen hacer retroceder las líneas del frente en algunas zonas.
En un pequeño pero simbólico impulso para la moral ucraniana, una patrulla de soldados grabó un vídeo triunfal de su avance hacia la frontera rusa en la región de Járkiv. Las fuerzas ucranianas ya han hecho retroceder a las tropas rusas de la capital de la región, reduciendo su capacidad de atacar la maltrecha ciudad con artillería.
Mientras los combates se recrudecían, los esfuerzos internacionales para responder a la agresión rusa seguían acelerándose. Se esperaba que el gobierno sueco anunciara su intención de solicitar el ingreso en la OTAN en las próximas horas, tras una decisión similar de su vecina Finlandia. Son acontecimientos sísmicos para los países nórdicos que tradicionalmente se han posicionado como militarmente «no alineados».
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— Diario La Hora (@lahoragt) May 16, 2022
Una ampliación de la OTAN para incluir a Suecia y Finlandia supondría un duro golpe para el presidente ruso Vladimir Putin, que considera una amenaza la expansión de la alianza en Europa del Este tras la Guerra Fría. Putin lo ha citado entre sus razones para atacar a Ucrania. Su portavoz Dmitry Peskov dijo el lunes que Rusia «examinará cuidadosamente cuáles serán las consecuencias de la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN».
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg ha dicho que el proceso de adhesión tanto de Finlandia como de Suecia podría ser muy rápido, aunque Turquía, miembro de la organización, ha sembrado algunas dudas al respecto.
La primera ministra sueca Magdalena Andersson señaló el lunes que unirse a la alianza militar de 30 miembros era la mejor defensa de su país frente al comportamiento de Rusia. «Desgraciadamente, no tenemos ninguna razón para creer que la tendencia (de las acciones de Rusia) se invertirá en un futuro previsible», apuntó.