El papa Francisco denunció el «abuso perverso del poder» demostrado por Rusia en su guerra en Ucrania y pidió ayuda para los ucranianos que, dijo, han sido atacados «en su identidad, su historia y su tradición» y están «defendiendo su tierra».
Las palabras de Francisco, en un mensaje en una reunión de representantes católicos europeos, son algunas de sus declaraciones más enérgicas hasta ahora en defensa del derecho de Ucrania a existir como estado soberano y a defenderse de la invasión rusa.
Se producen apenas días después de que Francisco le dijo al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, que el concepto de «simplemente una guerra» es obsoleto, toda vez que las guerras jamás se justifican, y que los pastores deben hablar de paz, no política.
Esos comentarios previos, en una videollamada con Kiril el miércoles, fueron una indirecta a la defensa de la guerra por el patriarca. Kiril, que es allegado del presidente ruso Vladimir Putin, ha descrito la invasión como parte de una lucha contra el pecado y las presiones de extranjeros liberales para realizar «desfiles gay». Kiril ha culpado a Occidente y a otro patriarca ortodoxo por fomentar enemistad entre Ucrania y Rusia y repitió las afirmaciones de Putin de que son «un mismo pueblo».
El Papa denuncia que la guerra es "un fracaso de la política y de la Humanidad" y "deja el mundo peor" https://t.co/fodyMVOAST pic.twitter.com/p7wOhmS2NM
— Ecclesia COPE (@ecclesiacope) March 18, 2022
El viernes, Francisco no mencionó a Rusia de nombre — reflejo de la tradición del Vaticano de no identificar a agresores y de sus intentos por mantener abiertas las puertas a un diálogo con la iglesia ortodoxa rusa. Pero el papa defendió enérgicamente a Ucrania.
«El grito desgarrador de ayuda de nuestros hermanos ucranianos nos empuja como una comunidad de creyentes no sólo a una reflexión seria, sino también a llorar con ellos y trabajar por ellos, a compartir la angustia de un pueblo herido en su identidad, su historia y su tradición», dijo Francisco a los reunidos en Bratislava, Eslovaquia.
«La sangre y las lágrimas de los niños, el sufrimiento de mujeres y hombres que están defendiendo su tierra o escapando de las bombas, sacuden nuestra conciencia. Una vez más la humanidad es amenazada por un abuso perverso del poder e intereses partidistas, que condenan a personas indefensas a sufrir toda forma de violencia brutal».