Los gobernadores de cuatro estados de Estados Unidos anunciaron planes de derogar las órdenes de ponerse la mascarilla contra el coronavirus en las escuelas, señalando que está cediendo el impacto de la contagiosa variante ómicron.
Las decisiones de Connecticut, Delaware, Nueva Jersey y Oregon fueron anunciadas en momentos en que gobiernos de distintas localidades están debatiendo qué restricciones mantener y cuáles eliminar. Ocurren además en momentos en que la ciudadanía parece inclinada a considerar que el virus no se irá nunca y que habrá que hallar alguna manera de vivir con él.
El gobernador de Nueva Jersey Phil Murphy calificó la medida como «un enorme paso hacia el retorno de la normalidad para nuestros niños» y añadió que cada distrito escolar tendrá libertad de seguir exigiendo las mascarillas una vez concluido el mandato el 7 de marzo.
Entretanto, California anunció planes de poner fin a su exigencia de que los vacunados se pongan la mascarilla en espacios cerrados la semana próxima, pero seguirá siendo obligatorio ponérsela en las escuelas.
Los cuatro estados se incluyen entre unos 12 que mantienen la obligación de ponerse la mascarilla en las escuelas, según la organización apolítica Academia Nacional de Salud Pública Estatal. En Nueva Jersey, la norma de ponerse la mascarilla estaba vigente desde que se reanudaron las clases presenciales en septiembre del 2020.
Murphy citó «la drástica disminución de las cifras de COVID» para fundamentar la decisión. La variante ómicron causó un pronunciado repunte de los casos en las fiestas de fin de año, pero los casos en ese estado han disminuido en un 50% y las hospitalizaciones han caído en un tercio desde la semana pasada, expresó el gobernador.
El gobernador de Connecticut Ned Lamont recomendó levantar el mandato en las escuelas y guarderías el 28 de febrero. El gobernador de Delaware John Carney declaró que el mandato de mascarillas en las escuelas durará hasta fines de marzo.
En Oregon, la norma de cubrebocas en las escuelas será levantada el 31 de marzo, y la vigente para espacios públicos cerrados será levantada a más tardar a fines de marzo, anunciaron funcionarios de salud.
El doctor Dean Sidelinger, epidemiólogo y oficial de salud estatal, dijo que funcionarios educativos y sanitarios se reunirán en las próximas semanas para revisar los lineamientos y «garantizar que las escuelas puedan seguir operando sin peligro y puedan mantener a los alumnos en las aulas» una vez levantada la norma de las mascarillas.
La decisión de fijar el plazo para el 31 de marzo se basó en que los científicos vaticinan que para entonces las hospitalizaciones por COVID-19 disminuirán a 400 o menos, la cifra que tenía Oregon antes de la llegada de la variante ómicron.