Francia lanzó el jueves un plan para aplicar inyecciones de refuerzo contra el COVID-19 a todos los adultos, en lugar de endurecer las restricciones o imponer un toque de queda para combatir un aumento preocupante de infecciones en el país.
Los contagios han alcanzado su punto máximo en Francia en los últimos días, con nuevos casos diarios que superan la marca de los 30.000.
El ministro de Salud, Olivier Veran, anunció una reducción del intervalo de seis a cinco meses entre la segunda y la tercera inyección. Dijo que Francia ya tiene suficientes vacunas para lanzar la campaña de refuerzo a nivel nacional.
Hablando en una conferencia de prensa, Veran también presentó otras medidas, como el endurecimiento del requisito de usar mascarillas en áreas públicas y dijo que el pase COVID, que se requiere en muchos lugares cerrados en todo el país, dejará de ser válido si una persona no ha recibido una vacuna de refuerzo siete meses después de su segunda dosis.
Dijo que actualmente hay hospitalizadas diez veces más personas no vacunadas contra el virus que las vacunadas. Agregó que sin la vacuna el país ya estaría en confinamiento.