Bulgaria y Macedonia del Norte iniciaron el miércoles periodos de luto nacional, un día después de que un autobús que viajaba por Bulgaria con turistas al vecino Macedonia del Norte se estrellara e incendiara, matando a 45 personas.
El vehículo con 52 personas a bordo formaba parte de un convoy de autobuses que regresaban de un viaje a Turquía. Aunque todavía no se ha determinado la causa exacta del accidente, el autobús aparentemente atravesó una valla de contención en una autopista y rápidamente quedó envuelto en llamas y se quemó por completo. Entre los muertos había una decena de menores de edad.
Bulgaria realizaba el miércoles un día de luto nacional, mientras Macedonia del Norte empezaba un periodo de tres días. Banderas nacionales en todas las instituciones oficiales ondeaban a media asta y se cancelaron eventos de entretenimiento.
El Papa Francisco envió un telegrama con sus condolencias en el que dijo que ofrecía sus oraciones, sobre todo por las familias de las víctimas más pequeñas.
“Consciente en particular de los niños que han muerto, (el Papa) encomienda las almas de los muertos a la merced del Todopoderoso y asegura sus oraciones a las familias afligidas y a quienes resultaron lesionados”, dice el telegrama firmado por el secretario de estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
Siete sobrevivientes fueron hospitalizados en el principal hospital de emergencias en Sofía, la capital de Bulgaria, con quemaduras y lesiones corporales graves.
El ministro de Exteriores de Macedonia del Norte, Bujar Osmani, visitó el hospital el miércoles y dijo a la prensa que estaba ahí para reunirse con los pacientes y facilitar la comunicación entre los familiares y las instituciones en Bulgaria.
También se anticipa que médicos forenses de Skopie, la capital macedonia, se unan con sus colegas búlgaros en Sofía para realizar pruebas de ADN para identificar los cadáveres de los fallecidos.