Canadá anunció el viernes que retirará al personal no esencial de su embajada en Haití.
La medida es en respuesta a la violencia creciente de las pandillas, así como la escasez de combustible que afecta hospitales, escuelas y bancos.
La cancillería canadiense dijo que la embajada en Puerto Príncipe sigue abierta, pero todos los canadienses que no tengan asuntos esenciales en el país caribeño deberían abstenerse de viajar allá.
La escasez de combustible amenaza los servicios esenciales en buena parte de Haití, que aún no termina de recuperarse de un terremoto de magnitud 7,2 en julio.
El país también sufre la violencia generalizada de las pandillas. Las autoridades estadounidenses y haitianas tratan de lograr la liberación de 17 miembros de un grupo misionero —entre ellos un canadiense— secuestrados el mes pasado.