MANAGUA / AP
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, arremetió el lunes contra los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) que desconocieron los comicios del domingo en los que logró su tercera reelección y entre otras cosas los calificó de “colonialistas” y “fascistas”.
Ortega también tildó a Estados Unidos de “colonialistas” y los acusó nuevamente de financiar las protestas de 2018, al tiempo que llamó “esclavos del imperio y traidores de la patria” a los líderes opositores y aspirantes a la presidencia que mandó a encarcelar en los últimos cinco meses.
El mandatario encabezaba el escrutinio con 75,92% de los votos en las cuestionadas elecciones presidenciales celebradas sin oposición real, con un alto índice de abstención y en medio del rechazo internacional a su inminente reelección, la tercera desde 2007.
Ortega se encaminaba así hacia un cuarto mandato consecutivo tras una votación desconocida desde antes de los primeros resultados por Costa Rica y Estados Unidos.
Por su lado, Amnistía Internacional advirtió que la inminente reelección de Ortega “augura un nuevo y terrible ciclo para los derechos humanos” pues “vaticina la perpetuación de las estructuras que han implementado la estrategia represiva contra voces críticas y garantizado la impunidad de crímenes del derecho internacional”. Según la directora de AI para las Américas, Erika Guevara Rosas, “este nuevo período presagia la continuidad de la migración forzada de quienes se ven criminalizados por alzar la voz”.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) actualizó a las dos de la tarde (20:00 GMT) los resultados oficiales provisionales y otorgó a Daniel Ortega y Rosario Murillo el 75,92 % de los sufragios, habiendo escrutado el 97,74% de las juntas receptoras de votos. En segundo lugar se mantuvo el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con el 14,15 % y en un lejano tercer lugar el Partido Camino Cristiano (PCC) con 3,3%.
Al comentar el segundo reporte del CSE en declaraciones a la televisión oficial, Rosario Murillo dijo que estas fueron “las primeras elecciones soberanas en la historia de Nicaragua”, a la vez que exaltó el índice de participación del 65,4% anunciado por el CSE. “El pueblo ha dado una nueva lección de historia y de gloria (…) Más de dos millones de votos que recibimos con infinito agradecimiento y compromiso”, agregó al comentar el porcentaje atribuido al FSLN por el tribunal electoral.
Dijo que han recibido en las últimas horas mensajes de felicitación de varios gobiernos “hermanos”, entre los que mencionó los de Cuba, Rusia, Venezuela y Bolivia. Murillo añadió que al final de la tarde horas visitará junto a Ortega la plaza de la revolución para “cerrar este momento de gran victoria” y “celebrar al dios de vida, luz y verdad”.
Tres horas antes de conocerse los resultados, miles de simpatizantes sandinistas salieron a celebrar con banderas rojinegras y se reunieron en la denominada Plaza de las Victorias y sobre la Avenida Bolívar de Managua.
La oposición había llamado a la población a quedarse en casa y no votar en protesta contra el proceso electoral y la víspera denunció la captura de dirigentes.
La presidenta del CSE, Brenda Rocha, aseguró que la participación fue del 65,34%, en contra de estimaciones independientes tras una jornada en la que las calles y los centros de votación lucían prácticamente vacíos. En contraste, un reporte del observatorio ciudadano Urnas Abiertas estimó una abstención de 81,5% y una participación promedio de apenas 18,5% a nivel nacional. Urnas Abiertas tomó los datos en base a muestras estadísticas y cartografía electoral a partir de las visitas de 1.450 observadores a 563 centros de votación, quienes trabajaron de forma anónima debido al veto del gobierno a la observación independiente, explicó Ligia Gómez, integrante de esa red.
La policía detuvo en junio a siete aspirantes a la presidencia por cargos que equivalían a la traición. El día de las elecciones seguían detenidos. Los otros candidatos del domingo eran políticos poco conocidos de partidos menores considerados afines al FSLN.
El Frente Sandinista y sus aliados controlan el Congreso. Ortega sirvió un primer mandato entre 1985 y 1990, antes de regresar al poder en 2007. Hace poco declaró “copresidenta” a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Ese cargo no existe en la constitución.
«Lo que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue la pantomima de una elección que no fue libre ni justa y ciertamente no fue democrática”, dijo el domingo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca. Por su parte, el gobierno de Costa Rica desconoció las elecciones por carecer “de condiciones y garantías democráticas”, dijo el presidente Carlos Alvarado en Twitter. En Costa Rica buscaron refugio la mayoría de los más de 100.000 nicaragüenses -entre ellos algunos opositores- que huyeron del país tras la represión de las protestas de 2018, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En tanto, en una declaración emitida el lunes y firmada por el alto representante Josep Borrell, la Unión Europea advirtió que las elecciones en Nicaragua “se han celebrado sin garantías democráticas y sus resultados carecen de legitimidad”. Al referirse a las sanciones adoptadas por la UE contra funcionarios y allegados a Ortega, Borrell dijo que las medidas no han perjudicado al pueblo nicaragüense y que con el mismo espíritu “estudiaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para adoptar medidas adicionales».
“Ha sido una burla… al pueblo de Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y sobre todo una burla a la democracia”, declaró a periodistas el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Por su parte, el gobierno de Alemania afirmó que los comicios no cumplieron “las condiciones mínimas de una elección libre y justa”, mientras que el canciller chileno, Andrés Allamand, declaró que “Chile rechaza la legitimidad de estas elecciones, que sólo tienen por objeto eternizar en el poder a Daniel Ortega y a Rosario Murillo”.
En México el presidente Andrés Manuel López Obrador no hizo mención alguna a las elecciones nicaragüenses durante su conferencia matutina y la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo en un breve mensaje a AP que “no habrá pronunciamiento de nuestra parte hasta que la instancia electoral anuncie oficialmente los resultados finales”.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, rechazó que Estados Unidos pusiera en duda los resultados. “La Casa Blanca anunció su negativa a reconocerlo y pidió a otros países que hicieran lo mismo. Lo consideramos inaceptable y condenamos firmemente esa política”, dijo a la prensa desde Moscú.
El tribunal electoral de Nicaragua tiene previsto divulgar los resultados definitivos el próximo 15 de noviembre.