Gobiernos y grandes inversionistas anunciaron el miércoles nuevas medidas para dedicar billones de dólares a frenar el calentamiento global, reflejo de la creciente conciencia del mundo de que la lucha contra el cambio climático constituye tanto una necesidad como una oportunidad para los negocios.
Pero algunos activistas por la justicia social reclamaron una investigación de los motivos de los inversionistas y advirtieron que a las mismas instituciones que se beneficiaron al financiar a las empresas de combustibles fósiles son presentadas ahora como si se trataran de campeones verdes.
Existe un consenso creciente de que el sector privado debe participar si el mundo quiere evitar un calentamiento global catastrófico. En declaraciones ante la cumbre climática de las Naciones Unidas en Glasgow, el secretario del Tesoro británico Rishi Sunak dijo que, si bien países como Reino Unido entregan fondos para ayudar a los países pobres a enfrentar el cambio climático, “la inversión pública por sí sola no basta”.
Elogió el miércoles el compromiso de unas 450 grandes instituciones financieras de alinear sus inversiones con el Acuerdo de París de 2015, que incluye reducir las emisiones de dióxido de carbono y otras medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (2.7 Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales.
“Este es un muro histórico de capital para la transición a un Cero Neto en todo el mundo”, dijo Sunak en la conferencia COP26.
La Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto, lanzada este año por el extitular del Banco de Inglaterra Mark Carney, prometió aplicar las normas científicas para reducir las emisiones de carbono a “cero neto” para 2050.
Empresas y gobiernos del mundo empiezan a adoptar ese objetivo, que significa limitar las emisiones de gases de invernadero a la cantidad que se pueda absorber por medios naturales o artificiales.
Los científicos dicen que el uso de combustibles fósiles debe disminuir drásticamente para alcanzar ese objetivo, lo cual significa que los inversionistas deberían reducir drásticamente el dinero que va a los productores de petróleo, gas y carbón.
“Es extraordinario que las instituciones financieras que manejan bienes por valor de 130 billones de dólares ahora encabezan la marcha hacia un futuro de cero neto”, dijo Helen Mountford, experta en clima en el centro de investigaciones World Resources Institute.
Añadió que la movilización de fondos públicos y privados será clave para afrontar el calentamiento global.
Con ese fin, Sunak dijo que instituciones financieras y empresas privadas británicas que cotizan en la bolsa deberán publicar sus planes para revelar hasta qué punto son verdes sus inversiones y negocios para demostrar que contribuyen en la realidad a las reducciones del calentamiento global.
Como sede de la City londinense, uno de los grandes centros financieros del mundo, Reino Unido “tiene la responsabilidad de encabezar” los esfuerzos financieros en la lucha contra el calentamiento global, dijo Sunak, con lo que se convertiría en “el primer centro financiero del mundo alineado con cero neto”.
Pero James Thornton, fundador de la ONG ambientalista ClientEarth, puso en duda la efectividad de los esfuerzos británicos.
“El mercado británico sigue sujeto a los combustibles fósiles”, dijo. Reclamó que se cree una comisión para garantizar que las empresas no “verdeen” sus actividades, es decir, que anuncien con gran alharaca sus iniciativas supuestamente verdes para ocultar sus actividades “sucias”.
Los expertos advierten también que hay distintas maneras de calcular el cero neto y la adopción de una definición estándar será uno de los grandes retos hacia adelante.
Algunos activistas expresaron desconfianza en los grandes inversionistas en general.
“Muchas de las instituciones financieras reunidas hoy han ganado sumas enormes con la crisis climática y ecológica y debemos demostrar profunda desconfianza hacia cualquier intento de presentarlos como héroes”, dijo Dorothy Guerrero, directiva de la ONG Global Justice Now. “Los gobiernos deben regular el proceso y encabezar la transición en lugar de entregarla a las empresas”.