El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó los ataques a escuelas, maestros y alumnos y pidió a todos los bandos que promuevan el derecho a la educación en los conflictos.
Una resolución unánime adoptada ayer hizo hincapié sobre el «inestimable papel» que juega la educación al proporcionar «espacios que salvan vidas», y su contribución para lograr la paz y la seguridad.
«Por primera vez, el Consejo de Seguridad ha adoptado una resolución dedicada únicamente a la protección de la educación», señaló la embajadora de Noruega, Mona Juul, quien patrocinó la propuesta junto a Níger, tras la votación.
«La educación está siendo atacada en todo el mundo», agregó en su intervención.
Según Juul, entre 2014 y 2019 se reportaron 11.000 ataques que dañaron a más de 22.000 estudiantes y educadores en al menos 93 países.
La resolución insta a los 193 miembros de la ONU «a desarrollar medidas efectivas para evitar y abordar los ataques y amenazas de ataques contra escuelas e instituciones educativas».
Además, condena el uso militar de escuelas, que viola el derecho internacional y puede convertir estos edificios en «objetivos legítimos de ataque, al tiempo que pone en peligro la seguridad de niños y maestros, además de su educación».
La resolución pide a todas las partes implicadas en conflictos armados que respeten que las escuelas son instalaciones civiles protegidas por la ley humanitaria internacional. Además, insta a todos los países a «tomar medidas concretas para mitigar y evitar el uso de escuelas por parte de las fuerzas armadas».
El Consejo expresó «profunda preocupación porque las mujeres y niñas puedan ser víctimas intencionadas de ataques contra su acceso a la educación y su continuación», apuntando que tales agresiones incluyen violación, violencia y esclavitud sexual. Además, pidió a la ONU que tome medidas para garantizar el acceso igualitario de las niñas a la educación.