La Corte Suprema de Estados Unidos no va a bloquear de inmediato de ley de Texas que prohíbe la mayoría de los abortos, pero aceptó escuchar argumentos en la causa a inicios de noviembre.
Los jueces dijeron ayer que decidirán si el gobierno federal tiene derecho a demandar por la ley. Responder esa pregunta ayudará a determinar si la ley debe ser bloqueada mientras proceden las objeciones legales. La corte se está moviendo a un paso inusualmente rápido que indica que planea tomar una decisión pronto. Los alegatos comenzarán el 1 de noviembre.
La decisión de la corte el viernes deja en vigor por el momento una ley que clínicas dicen ha llevado a una reducción de 80% de los abortos en el segundo mayor estado del país.
La jueza Sonia Sotomayor escribió que ella habría bloqueado la ley ahora.
«La promesa de un fallo futuro no sirve de consuelo para las mujeres en Texas que buscan aborto, que tienen derecho a recibir ayuda ahora», escribió Sotomayor.
La ley ha estado en vigor desde septiembre, aparte por una pausa ordenada por in tribunal federal que duró apenas 48 horas, y prohíbe los abortos una vez el latido cardiaco es detectable, usualmente a las seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
Eso es mucho antes de lo que las decisiones mayores de la Corte Suprema permiten a los estados para prohibir el aborto, aunque la corte ha aceptado considerar una apelación de Mississippi que le pide anular esas decisiones, en Roe v. Wade y Planned Parenthood v. Casey.
Pero la ley de Texas fue escrita para evadir una revisión federal preliminar al dejar el cumplimiento de la ley en manos de ciudadanos privados, en lugar de las agencias del estado.
El foco de los argumentos ante el máximo tribunal no estará puesto en la prohibición de abortos sino en si el Departamento de Justicia puede demandar y obtener una orden judicial que prevenga que la ley sea implementada, dijo la Corte Suprema en su orden.
El gobierno de Biden dijo en un documento en la corte que si la ley sigue en vigor, «ninguna decisión de esta corte está a salvo. Los estados no necesitan cumplir, o siquiera objetar, precedentes con los que estén en desacuerdo. Simplemente ilegalizan el ejercicio de cualquier derecho con el que no estén de acuerdo».