La primera mujer que preside la poderosa federación sindical japonesa dijo hoy que se empeñará en cerrar la brecha de género en materia salarial y de condiciones de trabajo para ayudar a empoderar a las mujeres.
«El avance es extremadamente lento», dijo Tomoko Yoshino, elegida este mes a la presidencia de la Confederación Sindical Japonesa, conocida como Rengo, con 7 millones de afiliados. «Abordaré todas las actividades en Rengo desde la perspectiva de la igualdad de género y la diversidad», agregó.
Recalcó que el Foro Económico Mundial ubica a Japón en el 120mo lugar entre las 156 naciones del ranking de brecha de género.
Yoshino, la primera mujer que lidera la federación fundada en 1989, también se destaca porque trabajó en una fábrica mediana de máquinas de coser y pertenecía a un sindicato de empresas pequeñas y medianas. Sus predecesores, todos hombres, trabajaban en grandes empresas o sindicatos.
La dirigente de 55 años dijo que inicialmente dudaba de que su trayectoria la calificara para el puesto máximo, pero entonces, «pensé en las mujeres de talento que tuvieron que dejar sus trabajos sin que se les permitiera ascender», dijo. «Pensé que debía continuar sus esfuerzos y su voluntad y decidí que no debía perder la oportunidad de perforar el techo de cristal japonés».
La frase techo de cristal alude a barreras discriminatorias no admitidas públicamente que impiden a mujeres y a minorías ascender a cargos de poder o de responsabilidad, como dentro de una corporación.
A pesar de las leyes de igualdad de género, las mujeres ganan sueldos inferiores a los de los hombres y su presencia es escasa en las posiciones de poder en el trabajo, la escuela y otros ámbitos.
Una de las primeras misiones importantes de Yoshino son las negociaciones anuales con las empresas sobre los aumentos de salarios y mejoras de condiciones de trabajo. También participará en un foro económico lanzado por el primer ministro Yukio Kishida, que ha reclamado una mejor distribución de ingresos y crecimiento económico a través de mejores salarios.
Muchas mujeres trabajan en empleos de tiempo parcial o temporarios porque se les impide regresar a puestos de tiempo completo después de tomarse la licencia por maternidad —una función que comparten pocos hombres en Japón— y han estado entre las más afectadas por la pandemia de coronavirus.
Yoshino dijo que el concepto tradicional del hombre que trabaja y la mujer que se ocupa de la casa y los hijos también ayuda a mantener bajos los sueldos de las mujeres.
«Una sociedad que brinda un ambiente laboral agradable para las mujeres será agradable para todos», dijo. «Empoderar a las mujeres puede revitalizar la economía, pero la prioridad es abordar el problema de género desde la perspectiva de los derechos de las mujeres», añadió.