Senadores demócratas podrían proponer que el gobierno utilice sus actuales facultades sobre permisos condicionales humanitarios para permitir que los inmigrantes permanezcan temporalmente en Estados Unidos, señalaron asistentes y activistas ayer, en el intento más reciente del partido por utilizar su enorme iniciativa de política doméstica para ayudar a millones de inmigrantes.
La idea está siendo promovida mientras el presidente Joe Biden y líderes demócratas intentan resolver importantes disputas al interior del partido y obtener el apoyo casi unánime de sus filas para hacer avanzar el gigantesco paquete social y ambiental a través de un Congreso prácticamente dividido por la mitad. El proyecto ha sido aplazado durante meses en medio de conflictos internos sobre el costo final de la medida y las iniciativas que incluirá.
Ayudar a los inmigrantes a permanecer en el país —de preferencia con una vía para que se conviertan en residentes legales permanentes y posiblemente se naturalicen— es una máxima prioridad para los legisladores progresistas e hispanos.
La más reciente idea no alcanzaría dicho objetivo. Pero las posibles cláusulas especificarían que se podría otorgar el permiso condicional humanitario, o el derecho a permanecer temporalmente en el país, por cinco años a aquellos que han estado en el país desde 2011, y podría renovarse por otros cinco años. La propuesta permitiría que los inmigrantes evitaran la deportación, puedan trabajar y, en muchos casos, viajar, según un activista migratorio que habló bajo condición de anonimato a fin de describir la planeación interna.
El mes pasado, la parlamentaria del Senado señaló que dos propuestas migratorias más radicales presentadas anteriormente por los demócratas no podían incluirse en el enorme proyecto de ley. Bajo los procedimientos especiales que el Senado está usando para proteger la iniciativa de las tácticas dilatorias republicanas, la medida no puede contener cláusulas que no estén relacionadas principalmente a temas fiscales, y las perspectivas del plan más reciente no lucen alentadoras.
Las cláusulas que están siendo consideradas no les brindarían de manera explícita a los inmigrantes beneficiados una vía para convertirse en residentes permanentes legales o en ciudadanos estadounidenses. Pero alrededor de un millón de ellos que tienen familiares cercanos en Estados Unidos podrían sacar provecho a los procedimientos existentes para obtener dicho estatus, dijo el activista.
Los líderes demócratas sopesan esta idea, pero aún no se toma una decisión, dijeron tres asistentes demócratas del Senado que describieron la medida con la condición de preservar el anonimato.
Uno de los asistentes dijo que los senadores latinos planean discutir el plan la semana entrante con el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer. El activista migratorio dijo que los legisladores tienen planeado presentar la nueva propuesta en la oficina de la parlamentaria la próxima semana.
El más reciente intento en materia migratoria por parte de los demócratas se produce en momentos en que los líderes del partido intentan recortar lo que en principio era un paquete de 10 años y 3,5 billones de dólares enfocado en atención médica, cambio climático, educación y aumentos de impuestos a los más ricos y a las corporaciones.
Los progresistas que están a favor de cifras más altas han presentado oposición a recortar las cifras, y los líderes demócratas necesitarán sus votos mientras un puñado de legisladores más centristas presionan a Biden y a los líderes del Congreso para aceptar una cantidad menor, quizá cercana a los 2 billones de dólares.
Según una ley de 1952, el gobierno tiene la autoridad para permitir que los inmigrantes permanezcan temporalmente, incluidos aquellos que ya están en el país. La medida, la cual ha sido actualizada en varias ocasiones pero nunca ha sido utilizada hasta la fecha para afectar a millones de personas al mismo tiempo, permite que el secretario de Seguridad Nacional ejerza dicha facultad.
El mes pasado, la parlamentaria, Elizabeth MacDonough, dijo que la propuesta inicial demócrata que habría creado una oportunidad para la residencia permanente para 8 millones de inmigrantes violaba las reglas presupuestarias y no podía incluirse en la iniciativa.
El plan habría ayudado a las personas que llegaron a Estados Unidos de manera ilegal durante su infancia, a trabajadores agrícolas y esenciales, y a personas que huyeron de ciertos países que atraviesan situaciones de violencia extrema o desastres naturales.
MacDonough también rechazó un segundo plan que habría actualizado una ley de 1929 que permite que los migrantes que están en Estados Unidos desde antes de cierta fecha sean elegibles a la residencia permanente. Dicho estatuto, que fue actualizado por última vez hace casi cuatro décadas, ayuda a las personas que estaban en el país antes de 1972.
Dicho plan también habría ayudado a 8 millones de inmigrantes. Biden propuso este año ayudar a 11 millones de personas a obtener la residencia permanente y una vía para la naturalización.
Lorella Praeli, copresidenta del grupo progresista Community Change Action, dijo el miércoles en conferencia telefónica que la opción del permiso humanitario sería «viable» para los demócratas. Sin embargo, titubeó cuando se le preguntó si organizaciones como la suya estarían a favor de la propuesta más reciente.
Ella y otros activistas migratorios que participaron en la conferencia dijeron que, con los demócratas en control de la Casa Blanca y el Congreso, quieren este año una ley que ayude a los inmigrantes a quedarse permanentemente en Estados Unidos, incluso si eso significa desestimar el fallo de la parlamentaria. Con toda certeza, ello desencadenaría una disputa de ojo por ojo con los republicanos, misma que algunos demócratas se rehúsan a iniciar.