La cifra diaria de muertes por coronavirus en Rusia superó las 900 por primera vez desde que comenzó la pandemia, informó el gobierno el miércoles. La tasa de vacunación sigue siendo baja y el gobierno es renuente a imponer medidas estrictas de control.
La comisión estatal a cargo del coronavirus reportó 929 casos nuevos, El récord anterior fue de 895 casos el martes. Rusia tiene la cifra de muertes más elevada de Europa, con más de 212.000, pero algunos datos oficiales sugieren que e número real es más alto.
El miércoles se confirmaron 25.133 casos nuevos, informó la comisión.
El aumento de contagios y muertes comenzó a fines de septiembre. El Kremlin lo atribuye a que pocos rusos han recibido la vacuna. Para el martes, el 33% de los 146 millones de rusos habían recibido al menos una dosis y el 29% las dos.
A pesar del aumento, el gobierno rechazó la idea de una cuarentena y dijo que las autoridades regionales tomarán medidas para detener la trasmisión del virus.
Varias regiones han limitado el aforo en los eventos públicos y limitado el acceso a teatros, restaurantes y otros locales a personas vacunadas, se han curado recientemente del COVID-19 o dado negativo en las últimas 72 horas.
En algunas regiones, el sistema de salud ruso, vasto pero gravemente falto de fondos, ha empezado a dar señales de estar abrumado por el brote.
La prensa rusa ha vuelto a informar de largas filas de ambulancias frente a los hospitales en San Petersburgo. Un equipo de rescate desesperado en la ciudad de Vladimir, 180 kilómetros (110 millas) al este de Moscú, llevó a una enferma de COVID-19 a un edificio del gobierno al no poder conseguirle cama en un hospital.
El martes, el delegado presidencial en el distrito de los Monte Urales, que abarca seis regiones de Rusia central, dijo que el 95% de las camas de hospital para enfermos de COVID-19 están ocupadas.
“La situación es terrible”, dijo Vladimir Yakushev a la agencia noticiosa Interfax.