La Expo 2020 de Dubái ofreció hoy cifras contradictorias sobre cuántos trabajadores murieron en el sitio durante la construcción de la enorme feria mundial, diciendo primero que fueron cinco y luego tres.
La Expo se negó durante meses a proporcionar públicamente cualquier cifra de víctimas relacionadas con la construcción de la feria de 7 mil millones de dólares que se erigió en pleno desierto a las afueras de Dubái, creada para promover a la ciudad en el extranjero y que se espera que atraiga a millones de visitantes.
Los funcionarios de la Expo no explicaron de inmediato la incongruencia de sus declaraciones, reconocidas después de que tanto el evento como Emiratos Árabes Unidos en su conjunto han enfrentado durante mucho tiempo críticas de activistas de derechos humanos por el maltrato a los trabajadores migrantes mal pagados que mantienen la economía del país en marcha.
Durante una conferencia de prensa hoy por la mañana, un día después de la inauguración de la Expo, la portavoz Sconaid McGeachin fue presionada por los periodistas para que proporcionara un número de muertes de trabajadores, a lo que ella respondió: «hemos tenido cinco muertes», antes de agregar «obviamente es una tragedia que alguien muera».
Pero justo después de las 5 p.m. del sábado y horas después de que un despacho de The Associated Press citara a McGeachin, la Expo emitió un comunicado en el que afirmó: «Desafortunadamente, ha habido tres muertes relacionadas con el trabajo (y) 72 heridos graves hasta la fecha». Cuando la AP les preguntó, los funcionarios se negaron a explicar de momento la discrepancia de una alta funcionario de la Expo y sus propias declaraciones escritas.
McGeachin reconoció además que las autoridades estaban al tanto de casos en que los contratistas «retuvieron pasaportes» y llevaron a cabo «prácticas de reclutamiento» sospechosas y violaciones de seguridad en el puesto de trabajo.
«Hemos tomado medidas para asegurar que se ha abordado e intervenido en esos casos», apuntó sin dar más detalles.
El reconocimiento de muertes durante la construcción de la enorme feria universal fue la primera vez que se dan estadísticas generales de mortalidad laboral.
La organización había explicado antes que sus 200,000 operarios trabajaron alrededor de 240 millones de horas en la construcción del recinto. No había ofrecido ninguna estadística general sobre decesos, lesiones o contagios por coronavirus entre los obreros a pesar de los repetidos pedidos de The Associated Press y otros reporteros.
La admisión se produce después de que el Parlamento Europeo instó el mes pasado a los países a no participar en el evento debido a las «prácticas inhumanas (de Emiratos Árabes Unidos) contra los trabajadores extranjeros», que se agravaron con la pandemia del coronavirus. Antes de la Expo, las constructoras «coaccionan a los trabajadores para que firmen documentos no traducidos, confiscan sus pasaportes, los exponen a horas de trabajo extremas en condiciones climáticas poco seguras y proporcionándoles alojamiento insalubre», agregó la resolución.
Emiratos, un reino rico en petróleo que depende de mano de obra migrante mal pagada procedente de África, Asia y otros países árabes para mantener su economía, enfrenta desde hace años las críticas de grupos de derechos humanos por tratar mal a esos trabajadores, pero las autoridades han luchado para ofrecer una imagen positiva para la Expo, la primera que se celebra en Oriente Medio y que busca mostrar el orgullo de Dubái y atraer a millones de visitantes extranjeros.
Quienes trabajan en Emiratos no pueden formar sindicatos, tienen muy pocos derechos, suelen trabajar muchas horas a cambio de salarios bajos y viven en malas condiciones.
El calor abrasador del principio del otoño en Dubái resultó peligroso hasta para quienes visitaron el recinto en su primera jornada el viernes: algunos turistas se desmayaron en un clima húmedo en el que los termómetros marcaban 40 grados centígrados (104 Fahrenheit).
Presidente - Oscar Clemente Marroquín
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