El puñado de manifestantes que se reúne cada atardecer en Jabarovsk es un pálido reflejo de la ola inusualmente prolongada de protestas masivas del año pasado en la ciudad del lejano oriente ruso, pero es un recuerdo constante de las tensiones políticas que aún persisten.
Los manifestantes exigen la libertad del popular exgobernador de la región, Serguei Furgal, arrestado hace un año bajo la acusación de ser partícipe en asesinatos.
Su reemplazante designado por el Kremlin, Mijail Degtyaryov, es candidato a gobernador en las elecciones regionales que concluyen el domingo. Al mismo tiempo, se desarrolla la elección a la Duma de Estado, el parlamento nacional.
La elección del gobernador es objeto de interés para determinar cuánto malestar persiste en la región, situada siete husos horarios y 6.100 kilómetros al este de Moscú.
«La región preocupa al Kremlin porque no quiere una repetición de los incidentes (las protestas del año pasado). Jabarovsk está bajo estrecha vigilancia», dijo Andrei Kolesnikov, del instituto de investigaciones Carnegie de Moscú.
Otras tres personas son candidatos a gobernador, pero los partidarios de Furgal y otros en la ciudad de 600.000 habitantes dicen que se trata de gente insignificante a las que se les permitió presentarse para crear la apariencia de una campaña democrática y competitiva.
«Nadie que presentara la menor amenaza pudo presentarse, quedaron solo los candidatos fantoches», dijo el manifestante Zigmund Judyakov.