Decenas de miles de residentes en South Lake Tahoe miraban al fin de semana con la esperanza de poder regresar a sus casas mientras los bomberos siguen avanzando en la contención de un peligroso incendio que ha convertido su próspero balneario en un pueblo fantasma.
Los vientos más suaves y la mayor humedad previstos para el fin de semana feriado del Día del Trabajo redujeron la propagación de las llamas y los equipos de extinción aprovecharon para tomar ventaja duplicando la zona de quema intencionada y acortando las lineas que rodean el incendio Caldor.
Topadoras con palas gigantes, operarios con palas de mano y una flota de aeronaves que arrojaron miles de litros (galones) de agua y retardante del fuego ayudaron a limitar el avance de las llamas a un par de miles de hectáreas (acres), una pequeña parte de su explosiva propagación del mes pasado y su menor avance en dos semanas
La sección noreste del inmenso incendio de Sierra Nevada seguía a unas pocos kilómetros (millas) de South Lake Tahoe y de la frontera de Nevada, pero las autoridades dijeron que no habían logrado avances significativos en varios días y que no cambiaron las líneas de contención en las secciones más grandes de su perímetro.
Con casi un tercio del incendio rodeado, las autoridades permitieron que más gente regresase a sus casas en los frentes oeste y norte el viernes por la tarde.
Pero por el momento no había fecha para el regreso de los 22.000 residentes de South Lake Tahoe y de otras localidades en el condado de Douglas, al otro lado de la frontera, en Nevada, que se vieron obligados a dejar sus casas hace varios días.
El incendio, que recibe el nombre de la carretera en la que se originó el 14 de agosto y se propagó por zonas escarpadas y de bosque denso, sigue considerado como una amenaza para más de 30.000 viviendas, negocios y otros inmuebles desde cabañas a estaciones de esquí.
En lo que va de año, las llamas han devorado al menos 1.500 viviendas y decenas de aldeas de montaña en California. Uno de los fuegos, el de Dixie, estaba a unos 105 kilómetros (65 millas) al norte del de Caldor. Es el segundo más grave en la historia del estado con unos 3.574 kilómetros cuadrados (1.380 millas cuadradas) y está contenido al 55%.
El cambio climático ha hecho el oeste de Estados Unidos mucho más cálido y seco en los últimos 30 años, y seguirá provocando fenómenos más extremos e incendios más frecuentes, destructivos e impredecibles, según los científicos. Por el momento, en esta temporada de incendios no se han reportado víctimas mortales.