Agentes de policía italianos realizan controles en la estación ferroviaria central en Milán. Foto La Hora/Claudio Furlan/LaPresse vía AP.

El gobierno italiano prometió el miércoles que reprimirá a los manifestantes que intenten bloquear vías de trenes, al entrar en vigor una norma que requiere estar vacunado o dar negativo en un test de COVID-19 para poder viajar en un medio de transporte interno de larga distancia.

El gobierno, que intenta contener la trasmisión de la enfermedad a medida que los italianos regresan de las vacaciones de verano, anunció hace varias semanas que los pasajeros deben portar un “Pase Verde” para abordar vuelos, trenes y buses que viajan entre las regiones.

El pase certifica que la persona recibió al menos una dosis de vacuna hace más de 15 días, dio negativo en un test en las últimas 48 horas o se recuperó del COVID-19 en los últimos seis meses.

El requisito se aplica al transporte marino, aunque están exentos los transbordadores que van a pequeñas islas sin otra conexión con el continente y los que viajan entre Sicilia y Calabria, en la puntera de la bota italiana.

También están exentos los buses, tranvías y metros locales. El premier Mario Draghi anunció la norma en momentos que aumentaban las cifras diarias de contagio y la variante delta empezaba a predominar en Italia.

Los opositores al requisito convocaron a sus simpatizantes en unas 50 estaciones ferroviarias, incluso en Roma y Milán, el miércoles por la tarde y ocupar las vías si los trenes intentan circular.

La ministra del Interior, Luciana Lamorgese, dijo que no habrá tolerancia para los que violen la ley o cometan actos de violencia.

“No se permitirán actos ilegales en las iniciativas de protesta en las estaciones de tren organizadas para el miércoles”, dijo Lamorgese.

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