Se teme que al menos 11 personas hayan muerto después de que otro barco que cruzaba el océano Atlántico para llegar desde el norte de África a las Islas Canarias de España se convirtiera en una trampa para los migrantes que intentaban llegar a suelo europeo, informaron el martes autoridades y activistas españoles.
La delegación del gobierno español en las Islas Canarias dijo que los socorristas rescataron a 32 sobrevivientes y que recuperaron un cadáver durante la noche de un bote de goma en aguas al sur de Fuerteventura, el punto más cercano del archipiélago a la costa africana. Uno de los supervivientes murió en el bote de rescate.
Algunos de los sobrevivientes dijeron a las autoridades que unas 60 personas estaban a bordo cuando el barco partió cuatro días antes desde una playa cerca de la ciudad de Tan-Tan, en el sur de Marruecos, dijo la delegación.
Caminando Fronteras, un colectivo sin fines de lucro que trabaja con migrantes en peligro y brinda asistencia a sus familiares, dijo que su investigación indicó que el barco partió de Marruecos con 42 personas, por lo que se teme por la vida de hasta 11 de ellas.
La organización, que se ha convertido en uno de los primeros puntos de contacto de las familias africanas que intentan localizar a sus parientes en el otro extremo de la ruta migratoria, afirma que unas 2.000 personas han muerto en lo que va de año en su camino a las Canarias. La ruta del Atlántico es uno de los cruces marítimos más peligrosos de Europa.
«Hoy diez víctimas más se suman a los miles de personas que perdieron su vida intentando llegar a Canarias. La crisis de derechos humanos en la frontera necesita de una respuesta política urgente», escribió el martes la fundadora de Caminando Fronteras, Helena Maleno, en un tuit dirigido al presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.