Protestas a favor y en contra de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, terminaron el miércoles en amagues de enfrentamientos en las afueras de la prisión en la que está detenida preventivamente desde marzo.
Una marcha convocada por Amparo Carvajal, representante de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, llegó a las puertas del Centro de Orientación Femenina de Miraflores –al centro de La Paz– en petición de que la exmandataria se pueda defender en libertad debido a su débil estado de salud.
«Nosotros estamos muy afligidos y algo preocupados de que mi madre está cada vez más delicada de salud. Se está deteriorando muchísimo y lo que el gobierno quiere es agravarle su enfermedad porque sus intenciones es matarla», dijo a la prensa local la hija de Áñez, Carolina Ribera, tras la marcha.
En las afueras de la cárcel, un grupo de manifestantes críticos a Áñez expresaron su rechazo a que ella pueda defenderse en libertad, lo que ocasionó choques con palos, agua y algunas piedras.
La exmandataria –acusada de terrorismo, sedición y conspiración- se infringió cortes en las manos el sábado. Desde que fue detenida en marzo reclama su excarcelación para ser procesada en libertad debido a su estado de salud. Sus lesiones se dieron a conocer por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien aseguró que Áñez se hizo los cortes para «llamar la atención».
La política de 53 años padece de un cuadro de depresión e hipertensión y recientemente se le han realizado estudios para ahondar en las causas de sus padecimientos.
Áñez tiene tres procesos relacionados con la crisis que detonó un estallido social con 37 muertos a fines de 2019 y precipitó la renuncia del entonces presidente Evo Morales (2006-2019) tras unos comicios denunciados como fraudulentos. Ante el vacío de poder, la entonces senadora de la oposición se proclamó presidenta y llamó a nuevas elecciones 11 meses después que fueron ganadas por el heredero político de Morales, Luis Arce, cuyo gobierno impulsa juicios contra opositores.
Otro de los procesos contra Áñez es por dos masacres perpetradas por las fuerzas del orden en las que murieron 20 seguidores de Morales.