Las decisiones de países ricos de aplicar dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 mientras tanta gente en África sigue sin vacuna «amenazan la promesa de un mañana mejor» para el continente, dijo la directora para África de la Organización Mundial de la Salud el jueves. «Al acaparar vacunas, algunos países ricos ridiculizan el concepto de la equidad en la vacunación».
Matshidiso Moeti y otras autoridades de salud africanas, así como los Centros Africanos de Control y Prevención de Enfermedades, se habían pronunciado contra las dosis de refuerzo cuando apenas el 2% de 1.300 millones de africanos está vacunado contra el COVID-19.
Moeti dijo que la ola más reciente en África se estabiliza y llegan más dosis al continente, pero «África tiene el viento en contra» si Estados Unidos y otros países ricos deciden aplicar dosis de refuerzo.
La situación en África sigue siendo «muy frágil» ya que la muy infecciosa variante delta predomina en la mayoría de los 54 países del continente, añadió. Se han registrado más de 7,3 millones de casos y 186.000 muertes confirmadas en un continente donde los sistemas de salud sufren escasez de oxígeno.
Las autoridades de salud estadounidenses anunciaron el miércoles sus planes de aplicar dosis de refuerzo a toda la población ante la oleada de la variante delta y señales de que las vacunas empiezan a perder eficacia.
Moeti dijo a la prensa que no tenía la certeza de que las dosis de refuerzo en Estados Unidos provienen de provisiones destinadas a los países africanos, pero «esperemos que no».
Mencionó la «situación ya muy desigual» de existencias de vacunas en el mundo y exhortó a desarrollar las campañas de vacunación en África, muy retrasada con respecto al resto del mundo.
Moeti destacó que mientras los países ricos han aplicado en promedio más de 103 dosis por cada 100 personas, en África son apenas seis.