Vista aérea del centro de la ciudad de Bozkurt, Turquía. Foto La Hora/AP.

Con la ayuda de excavadoras para retirar lodo y escombros, los equipos de rescate continuaban buscando el martes a 34 personas desaparecidas luego de unas inundaciones graves que devastaron partes de la costa de Turquía en el mar Negro la semana pasada.

La cifra de muertos ascendía a 77 luego de que las lluvias torrenciales azotaran las provincias costeras del noroeste del país en el mar Negro el 11 de agosto, provocando inundaciones que destrozaron viviendas y puentes, arrasaron con automóviles y bloquearon varios caminos.

La agencia de manejo de emergencias de Turquía, AFAD, dijo que 26 personas aún estaban desaparecidas en la provincia de Kastamonu y otras ocho en la provincia de Sinop.

La televisora privada NTV mostró excavadoras retirando escombros de las áreas devastadas por las inundaciones en la ciudad de Bozkurt, en Kastamonu, y de Ayancik, en Sinop. Los militares instalaron puentes temporales para reemplazar los destruidos, mientras que varios helicópteros continuaban llevando ayuda a las aldeas cuyas carreteras seguían bloqueadas, informó la estación.

La AFAD dijo que unos 9,500 elementos, ayudados por 19 perros de rescate, participaban en las labores de rescate y asistencia.

Alrededor de 2,400 personas fueron evacuadas en toda la región en medio de las inundaciones y decenas de ellas fueron puestas a salvo mediante helicópteros. Muchas de ellas estaban alojadas temporalmente en residencias de estudiantes.

Las inundaciones se produjeron mientras Turquía soporta una sofocante ola de calor y equipos en el sur del país combatían incendios en la costa mediterránea del país.

Los científicos dicen que seguramente el cambio climático producido por la quema de carbón, petróleo y gas natural está produciendo fenómenos más extremos, como olas de calor, sequías, incendios forestales, inundaciones y tormentas.

Artículo anteriorUruguay comienza a vacunar con tercera dosis de Pfizer
Artículo siguienteDepresión tropical “Grace” azota Haití tras el terremoto