Varios policías caminan sobre el muelle junto a migrantes que aguardan a abordar un bote que los llevará a Capurgana, en la frontera con Panamá, desde Necoclí, Colombia. Foto La Hora/AP/Iván Valencia.

Las autoridades de Panamá y Colombia planean reunirse el viernes en un poblado de su frontera para abordar el intenso incremento de inmigrantes que cruzan esa peligrosa zona selvática con rumbo a Norteamérica. En lo que va del año han transitado de manera irregular más de 40,000 por la selva del Darién, lo que casi duplica el flujo máximo que se había registrado hasta ahora.

Los cancilleres y ministros de seguridad de ambos países se citaron para ese encuentro, informó en un comunicado el Ministerio de Relaciones de Panamá. El gobierno del país centroamericano también convocó para los próximos días a una reunión regional con el fin de abordar esa situación.

Por su parte, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) exhortó el miércoles a ambos países limítrofes a tomar medidas de protección y a establecer rutas seguras para esos inmigrantes, en su mayoría provenientes de Haití.

«MSF sigue siendo testigo del enorme flujo de migrantes que arriesgan su vida para cruzar» al Tapón del Darién y de las «graves consecuencias de la violencia a la que están expuestos», señaló el grupo en un comunicado enviado a The Associated Press. Exhortó a que se desplieguen «los mecanismos de protección necesarios en su territorio para evitar más muertes y sufrimiento en la ruta a través del Darién».

El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, dijo la semana pasada que en lo que va del año han cruzado el Darién unos 42,000 inmigrantes, entre haitianos, cubanos, venezolanos, así como de países de África y del sur de Asia. Esta cifra supera el flujo de más de 25,000 registrado en 2016.

«Es una odisea, muchos de ellos han perdido la vida y ahora más en época de invierno (lluvioso tropical), con el desbordamiento de los ríos», señaló Pino. Advirtió que el flujo aumentará en las próximas semanas debido a los varios miles que están apostados en el lado colombiano, los cuales aguardan a lanzarse al riesgoso cruce por el Darién.

Por su parte Santiago Paz, jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, subrayó que la situación es preocupante. Además de las condiciones climatológicas y fisicas de la región, también lo es por «los perfiles de personas que están cruzando esta frontera, esta selva, en donde estamos hablando de una población de alrededor del 15% de niños, niñas y adolescentes menores de 18 años».

Consideró que las reuniones de cancilleres convocadas por Panamá fortalecen el análisis y la discusión para entender las causas del incremento significativo de los flujos migratorios en la región, y dijo que deben estar enfocadas en primer lugar en garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas.

Explicó que las conversaciones de los cancilleres pueden crear las condiciones para conocer mejor el perfil de los inmigrantes que están atravesando las fronteras.

«Conocer cuáles son las motivaciones para moverse y cómo se puede prevenir la migración irregular, cómo se podría pensar en una migración regular, segura, ordenada y digna, no sólo en beneficio de las personas migrantes sino también de los países» por donde cruzan, planteó Paz, quien también es jefe del Centro Administrativo de Panamá.

La OIM es la principal organización intergubernamental en el ámbito de la migración dentro del sistema de las Naciones Unidas.

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