Comenzaron hoy los juicios a destacadas figuras de la oposición en Bielorrusia, parte de la ofensiva del gobierno tras varios meses de protestas por una elección disputada.
Maria Kolesnikova, líder del movimiento opositor Consejo de Coordinación y detenida desde septiembre, está acusada de conspirar para tomar el poder, de crear una organización extremista y de alentar acciones contra la seguridad nacional.
El juicio a Kolesnikova y al abogado Maxim Znak, otro dirigente del Consejo de Coordinación que enfrenta los mismos cargos, comenzó el miércoles en la Corte Regional de Minsk en la capital bielorrusa.
Kolesnikova, quien ayudó a coordinar las protestas tras las cuestionadas elecciones presidenciales de agosto de 2020, resistió los intentos de las autoridades de obligarla a salir del país. Cuando agentes de seguridad la llevaron hasta la frontera con Ucrania en septiembre, ella rompió el pasaporte y caminó de vuelta a territorio bielorruso para ser arrestada.
«La libertad vale la lucha. No tengan miedo de ser libres», escribió el año pasado desde la cárcel, en un mensaje a sus seguidores leído por su abogado. «No me arrepiento de nada y lo haría todo exactamente igual otra vez».
En momentos en que comenzaba el juicio a Kolesnikova y Znak, una atleta olímpica bielorrusa viajó de Tokio a Europa tras resistir un intento de su equipo de obligarla a regresar a su país tras una disputa con los técnicos. Krystsina Tsimanouskaya, de 24 años, insiste en que su vida corre peligro si regresa a Bielorrusia.
Bielorrusia se ha visto estremecida por enormes protestas luego de que el presidente autoritario Alexander Lukashenko dijo haber ganado un sexto mandato en las elecciones de agosto de 2020, que la oposición nacional y numerosos países en el extranjero consideraron fraudulentas.
El gobierno respondió a las protestas con una ola represiva en la que más de 35.000 personas fueron arrestadas y miles fueron golpeadas por la policía.
Las autoridades han intensificado su ofensiva en semanas recientes, deteniendo a periodistas independientes y activistas en cientos de allanamientos.