Corea del Norte y Corea del Sur reactivaron los canales de comunicación entre ellas que estaban suspendidos y sus líderes accedieron a mejorar las relaciones bilaterales, informaron ambos gobiernos hoy, luego de un estancamiento de dos años y medio en las gestiones diplomáticas para que el gobierno norcoreano renuncie a sus armas atómicas.
Aunque la decisión podría ayudar a reducir las hostilidades en la Península de Corea, no estaba claro si Pyongyang estaba dispuesta a reactivar los sólidos programas de cooperación anteriores con Seúl y reanudar las negociaciones nucleares con Washington. Algunos expertos creían que el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, sólo pretendía mejorar su imagen internacional o utilizar a Corea del Sur como contrapeso en unas posibles conversaciones con Estados Unidos.
El presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong Un alcanzaron el acuerdo durante un intercambio epistolar desde abril, informó la oficina presidencial en Seúl.
Los dos líderes acordaron «restablecer la confianza mutua y desarrollar su relación de nuevo lo más pronto posible», dijo Park Soo Hyun, portavoz de la Casa Azul, durante un anuncio televisivo. Park dijo que posteriormente ambas Coreas reactivaron los canales de comunicación el martes por la mañana.
Los medios de comunicación estatales norcoreanos confirmaron rápidamente el anuncio de Seúl.
«Ahora, toda la nación coreana desea ver las relaciones norte-sur recuperadas del retroceso y el estancamiento lo más pronto posible», señaló la oficial Agencia Central de Noticias Coreana. «A este respecto, los máximos líderes del norte y el sur acordaron dar un gran paso en recuperar la confianza mutua y promover la reconciliación al restablecer las líneas interrumpidas de vinculación y comunicación intercoreanas a través de los diversos intercambios recientes de cartas personales».
El año pasado, Corea del Norte interrumpió todos los canales de comunicación con Corea del Sur en protesta por lo que dice es el fracaso de Seúl para impedir que activistas arrojen volantes opuestos a Pyongyang a través de la frontera. Algunos expertos dicen que la medida del gobierno norcoreano indica su frustración ante el hecho de que Seúl no lograra reanimar lucrativos proyectos económicos intercoreanos ni convencer a Estados Unidos a que reduzca sus sanciones.
Muchos expertos dijeron que la provocadora maniobra norcoreana indicaba que Pyongyang estaba frustrada porque Seúl no había reactivado los rentables proyectos intercoreanos ni persuadido a Washington de que levantara las sanciones sobre Corea del Norte.
Moon, que defiende avances en la reconciliación con su vecino del norte, había mediado entre Corea del Norte y Estados Unidos para facilitar una primera cumbre de Kim y el entonces presidente Donald Trump. Pero Pyongyang dio la espalda de improviso a Moon tras el fracaso de la segunda cumbre de Kim y Trump a principios de 2019 por diferencias sobre las sanciones que lidera Estados Unidos.
Desde que asumió el cargo en enero, el gobierno del presidente Joe Biden ha pedido a Corea del Norte que vuelva a la mesa de negociaciones. Pero Pyongyang ha insistido en que no lo hará a menos que Estados Unidos abandone su política hostil, una aparente referencia a las sanciones.