En medio de una segunda ola de la pandemia de coronavirus, Indonesia sufre escasez de oxígeno y los hospitales no se dan abasto.
El país registró 1.040 muertes confirmadas el miércoles, la cifra diaria más alta desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
La capacidad de los hospitales está superada, se agota el oxígeno y la gente debe ocuparse de amistades y familiares enfermos en sus casas.
«Éste es nuestro período crítico durante las próximas dos semanas», dijo Luhut Binsar Pandjaitan, el ministro del gobierno a cargo de manejar la pandemia.
En la capital, los entierros diarios se han decuplicado desde mayo, dijo Ngabila Salama, jefa de supervisión e inmunización de la Oficina de Salud de Yakarta. De las 369 muertes de COVID-19 en Yakarta registradas el sábado, 45 fueron en las casas, añadió.
Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, ha registrado casi 2,4 millones de casos y unas 63.000 muertes confirmadas. Sin embargo, se considera que las cifras reales son más altas dadas las escasas medidas de testeo y rastreo.