DALLAS / AP
Texas está transfiriendo a los reclusos de una prisión estatal a otros lugares para hacer espacio para los migrantes detenidos por las autoridades estales, dijo el jueves un portavoz del sistema carcelario.
El sistema comenzó a trasladar el miércoles a los reclusos de la cárcel Dolph Briscoe Unit, en Dilley, a otras prisiones, afirmó Jeremy Desel, portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas (TDCJ por sus siglas en inglés). La prisión de mediana a mínima seguridad se ubica a unos 113 kilómetros (70 millas) al suroeste de San Antonio, cuenta con una plantilla laboral de 233 personas, incluidos 165 agentes de seguridad, y tiene cupo para 1.384 presidiarios, según el sitio web del TDCJ.
“Esta medida permitirá a la unidad operar como instalación central de reclusión para detenidos ajenos al TDCJ que han sido arrestados y acusados de un delito estatal”, señaló Desel en un comunicado.
Dilley también alberga un centro de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE): el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, el cual es de administración privada y tiene cupo para hasta 2.400 detenidos, incluidos niños.
La medida fue adoptada en respuesta a la orden del gobernador Greg Abbott de que las autoridades estatales arresten y confinen a migrantes que estén sin permiso en el país y hayan cometido un delito estatal o federal, agregó.
“Por fortuna, la agencia tiene capacidad disponible para asistir en la operación Lone Star”, señaló Desel.
El miércoles, Abbott anunció que las prisiones estatales estaban buscando espacio adicional para albergar al creciente número de personas arrestadas. Abbott también señaló que gastaría 250 millones de dólares en recursos estatales además de donaciones para continuar la construcción de muros en la frontera de Texas con México que el expresidente Donald Trump comenzó y el presidente Joe Biden suspendió.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo en un comunicado que no haría comentarios sobre las medidas de Abbott y solicitó que se “remitan al estado de Texas para hablar de cualquier medida que esté adoptando para aumentar su posición policial”.
Las medidas de Abbott podrían ser objeto de impugnaciones legales, ya que la Corte Suprema federal ha fallado sistemáticamente que la ley de inmigración es potestad exclusiva del gobierno federal.
Abbott criticó el miércoles las políticas de inmigración y protección fronteriza del gobierno de Biden. Una portavoz de Abbott reiteró esas críticas el jueves en un comunicado.
“Mientras el presidente Biden continúa ignorando la crisis en nuestra frontera sur y sus deberes para con nuestro país, Texas está reforzando y defendiendo el estado de derecho”, declaró la portavoz Renae Eze.
También señaló que la selección de Briscoe Unit para la detención de migrantes se debió a que la prisión “se encontraba en un lugar estratégico para albergar a los arrestados de cometer algún delito en la frontera y tenía el personal adecuado para dirigir la instalación”.
Eze no respondió a la pregunta de si los empleados de la prisión estaban calificados para trabajar con migrantes a los que no se les ha declarado culpables de delitos.