Las difíciles relaciones de la Unión Europea con Rusia casi seguramente empeorarán, y los 27 países del bloque deben asegurarse de que Moscú no los divida, advirtió el miércoles el máximo diplomático de la UE.
Al dar a conocer un informe sobre la manera de lidiar con una Rusia considerada crecientemente autoritaria y hostil hacia Occidente, el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que la posibilidad de que mejoren las relaciones sigue siendo “una perspectiva remota”.
La UE, dijo Borrell a la prensa en Bruselas, “debe ser realista y prepararse para un mayor deterioro de nuestras relaciones con Rusia, que están ahora en su punto más bajo”.
Los mandatarios de la UE debatirán la nueva estrategia en una cumbre el 24-25 de junio. Se centra en responder a Rusia cuando viola las leyes internacionales o los derechos humanos, contener a Moscú cuando presiona a la UE y dialogar sobre asuntos que son de interés europeo.
Pero los países miembros están profundamente divididos sobre cuál es la mejor manera de encarar a Moscú. Rusia es el mayor abastecedor de gas natural de la UE. Tiene además un papel clave en una serie de conflictos internacionales, incluyendo el acuerdo nuclear con Irán y conflictos en Siria y Libia.
Alemania, la principal potencia europea, tiene lazos económicos profundos con Rusia, especialmente el proyecto del oleoducto submarino NordStream 2, y varios países, como Francia, se muestran renuentes a la hora de imponer sanciones contra Moscú.
Borrell, que fue humillado públicamente por el canciller Serguéi Lavrov durante un viaje a Moscú en febrero, dijo que la única forma de forzar a Rusia a escuchar a la UE es que los Estados miembros se nieguen a ser divididos o a llegar a acuerdos bilaterales con el gobierno de Vladimir Putin.
“Me lo han dicho directamente: Rusia no está interesada en negociar con la Unión Europea y prefiere hablar directamente con los Estados miembros… que son especialmente relevantes para ellos”, dijo Borrell.