La coalición de las mayores fuerzas opositoras de México descartó la posibilidad de negociar con el partido oficialista Morena en la Cámara de Diputados, pero dejó abierta la puerta para entablar diálogos con el mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Los jefes del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), agrupados en la alianza «Va por México», se mostraron renuentes a alcanzar acuerdos con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para promover en la Cámara de Diputados reformas constitucionales, tal como sugirió el martes López Obrador.
«Nadie, ni ninguna ni ninguno de nuestros legisladores va a ir a negociar allá para construir acuerdos diferentes a los que nos mandató la ciudadanía el pasado domingo», afirmó Jesús Zambrano, presidente del PRD, en repuesta a la afirmación que hizo López Obrador de que podría buscar acuerdos con parte de los congresistas de otros partidos. Zambrano negó, en conferencia de prensa junto a sus colegas de la coalición, la posibilidad de que alguno de los diputados del bloque, que podrían controlar cerca del 40% de cámara baja, pueda deslindarse de la alianza para sumarse a las iniciativas parlamentarias de Morena.
Por su parte, el jefe del PRI, Alejandro Moreno, dijo que estarían dispuestos a discutir las iniciativas o reformas «que sean buenas para el país, que impulsen el empleo», pero sostuvo que no apoyarán las propuestas que «lastiman instituciones» o que «no dan oportunidad a las voces, a la pluralidad».
«Si quiere construir algo bueno para México, que nos busque», señaló el jefe del PAN, Marko Cortés, al mostrarse a favor del diálogo con López Obrador, pero le dijo al gobernante que «si quiere destruir, que no pierda el tiempo (en buscarlos)».
De acuerdo con el primer boletín del Instituto Nacional Electoral (INE), basado en un conteo rápido, Morena obtuvo entre 190 y 203 diputados, mientras que el PAN, PRI, y PRD lograron entre 106 a 117, 63 a 75 y 12 a 21 diputados, respectivamente.
De ratificar el INE los resultados, Morena tendría menos diputados de los 253 con los que solía contar en la cámara saliente, lo que la obligaría a recurrir a sus aliados para aprobar iniciativas legislativas. Por el contrario, para promover reformas constitucionales tendría que conseguir los votos de los legisladores opositores debido a que para ello se requieren al menos dos terceras partes de la Cámara de Diputados, integrada por 500 miembros.
Al ser consultados sobre la posibilidad de que los miembros de la coalición busquen acercamientos con el Partido Verde Ecologista, que en los últimos años ha mantenido alianzas con Morena, o la fuerza opositora minoritaria Movimiento Ciudadano (MC), los dirigentes del PAN, PRI y PRD indicaron que entablarán diálogos con esas organizaciones para construir acuerdos y consensos. El Partido Verde logró entre 40 y 48 diputados y el MC entre 20 y 27. En los comicios intermedios del pasado domingo, el Partido Verde al igual que las fuerzas opositoras, que constantemente son atacadas por el mandatario, lograron importantes aumentos en el número diputados en comparación con los que obtuvieron hace tres años.
Clemente Castañeda, dirigente nacional del MC, dijo a The Associated Press que estaban dispuestos a dialogar con todas las fuerzas, incluida Morena, pero sostuvo que «no vamos a formar parte de ninguna construcción arbitraria de mayorías, ni en automático». El político sostuvo que MC no trabajará en la agenda de otras organizaciones sino en la propia, que incluirá la reivindicación de derechos y libertades, la reducción de la desigualdad, el combate a la corrupción y el retorno a la paz en México.
Sobre la posibilidad de que MC pueda apoyar las reformas constitucionales que promueva López Obrador, Castañeda indicó que no considera que en este momento «los problemas actuales del país estén en la constitución», y planteó que muchas de las dificultades de México se tienen que enfrentar a partir de política pública, la reorientación de recursos y la revisión de los proyectos que impulsa actualmente el gobierno federal.
Ante el riesgo que perciben algunos analistas de que en la nueva cámara baja pudiera darse una gran confrontación debida a que ninguna de las fuerzas tiene una mayoría contundente, Castañeda expresó que en las elecciones del 6 de junio los mexicanos dieron un mandato a los partidos de que deben construir una agenda común. «La propia correlación de fuerzas nos obliga a dialogar y eventualmente a cooperar. Yo espero que no nos quede grande la política y que entendamos cual es el mandato popular», agregó.