El presidente turco Recep Tayyip Erdogan inauguró hoy una mezquita monumental en la plaza Taksim de Estambul, cumpliendo así su deseo de construir una casa de oración en el principal espacio público de la ciudad que se ha convertido en un símbolo de la moderna República Turca.
Erdogan se sumó a un grupo de fieles para las primeras oraciones en la enorme mezquita con capacidad para 3 mil personas en Taksim, el lugar donde se realizaron protestas masivas contra el gobierno en 2013 provocada por los planes de construcción del gobierno en el parque Gezi adyacente.
El mandatario turco, que ha acrecentado constantemente su poder durante 18 años en el cargo, había prometido a los seguidores de su partido islamista construir una mezquita en Taksim, ya que, decía, era inconcebible que la plaza principal de Estambul no contara con una casa de oración musulmana.
Los detractores consideran que la mezquita es parte de los planes de transformar Taksim y socavar el legado de Mustafá Kemal Ataturk, quien lideró la creación de la república secular tras el derrumbe del Imperio Otomano. Se ha demolido un centro cultural en Taksim que llevaba el nombre de Ataturk y se consideraba un símbolo de su herencia, y en su lugar se alzará una nueva estructura.
«La mezquita de Taksim ha sido traída a nuestra Estambul luego de una lucha de casi un siglo y medio», dijo Erdogan en un discurso después de las oraciones del viernes, insistiendo en que los planes para la mezquita se remontan a una guerra ruso-turca entre 1877-1878.
Es la tercera mezquita de gran tamaño que Erdogan inaugura en Estambul. La enorme mezquita de Camlica, erigida en una colina alta, abrió sus puertas en marzo de 2019.
El año pasado, Erdogan convirtió Santa Sofía -la emblemática catedral de la época bizantina de la ciudad que fue transformada en mezquita antes de convertirla en museo- de nuevo en un lugar de culto islámico.
