Una agencia de publicidad misteriosa le ha ofrecido dinero a influencers con cientos de miles de seguidores en las redes sociales en Francia a cambio de que difamen a la vacuna contra el coronavirus fabricada por la farmacéutica Pfizer.
Uno de los contactados, el youtuber francés Léo Grasset, reveló el martes que le ofrecieron un contrato lucrativo y secreto a cambio de decir que la vacuna de Pfizer presenta un riesgo letal y que tanto las agencias reguladoras como la prensa tradicional están encubriendo ese presunto riesgo.
Grasset, quien tiene 1,1 millones de seguidores en YouTube, dijo que rechazó la oferta. Otros influencers en Francia —con grandes audiencias en Twitter, Instagram y otras plataformas— también reportaron haber sido contactados con ofertas similares.
La persona que contactó a Grasset se identificó como Anton y aseveró que su agencia cuenta con “un presupuesto considerable” para una “campaña informativa” sobre “el COVID-19 y las vacunas disponibles para los europeos, especialmente AstraZeneca y Pfizer”.
Específicamente, Anton le pidió a Grasset sacar un video de entre 45 segundos y un minuto en Instagram, TikTok o YouTube en el que afirmara que “la tasa de mortalidad de la vacuna de Pfizer es tres veces mayor que la de AstraZeneca” y que cuestione la decisión de la Unión Europea de usarla.
“Esto es un monopolio y está perjudicando la salud pública”, alegó Anton en referencia a las compras de dicha vacuna por parte de la UE.
En un email posterior, Anton se negó a divulgar quién estaba financiando dicha iniciativa, afirmando que: “el cliente prefiere permanecer incógnito”.
Grasset compartió los emails con The Associated Press.
Un médico en prácticas profesionales en el sur de Francia y que tiene decenas de miles de seguidores dijo que también fue contactado por los organizadores de la campaña de difamación. Dijo a la televisora francesa BFMTV que le ofrecieron más de 2.000 euros (3.000 dólares) si publicaba un video de 30 segundos.
El ministro de salud de Francia, Olivier Verán, condenó la campaña de desinformación. “Es patético, es peligroso, es irresponsable y no va a funcionar”, aseveró el ministro.