El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó este miércoles el juicio político que la cámara baja de Estados Unidos abrió contra el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, culpándolo de la crisis migratoria en la frontera entre ambas naciones.
«Ayer (martes) de manera injusta, pero por cuestiones politiqueras se está queriendo desaforar, enjuiciar a Mayorkas (…) aprobaron el juicio político en la Cámara de Representantes», declaró el mandatario mexicano durante su habitual conferencia matutina.
El procedimiento, aprobado por una estrecha mayoría de legisladores republicanos, es el primero en 150 años que se entabla contra un alto cargo del gabinete presidencial. El único antecedente ocurrió en 1876 con el secretario de Guerra, William Belknap.
«Falta todavía [la aprobación de] el Senado, pero eso es propaganda porque, pues, él no tiene la culpa», agregó López Obrador, quien consideró que la acusación tiene un trasfondo electoral.
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«Hay que entender que estamos en campaña, en temporada de campaña en Estados Unidos y en México, y entonces se exageran las cosas», opinó el gobernante izquierdista.
El tema migratorio es un asunto clave para las presidenciales de Estados Unidos que se celebrarán en noviembre. México, por su parte, también elegirá a un nuevo mandatario en junio próximo.
La Cámara de Representantes, donde la oposición republicana tiene más votos, acusó formalmente a Mayorkas de no hacer cumplir la ley de inmigración y de haber «violado la confianza pública».
Las posibilidades de que prospere en el Senado estadounidense, sin embargo, son casi nulas dado que los demócratas tienen mayoría, aunque ajustada.
La migración irregular, que los republicanos denuncian como una «invasión», es un problema latente: solo en diciembre los migrantes o solicitantes de asilo han sido interceptados 302.000 veces en la frontera con México.
Tal situación está siendo aprovechada electoralmente por el expresidente Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana, quien amenaza con una deportación masiva de migrantes si regresa a la Casa Blanca.
