"Se observaron desórdenes y enfrentamientos el sábado por la noche" en la prisión, dijo un alto funcionario de seguridad citado por la agencia oficial Irna. Foto La Hora/AFP

Un incendio se desató en la noche del sábado en la prisión de Evin en Teherán, al término de una nueva jornada de manifestaciones contra el poder, un mes después del inicio del movimiento de protesta desencadenado por la muerte de la joven Mahsa Amini.

Esta cárcel en el norte de Teherán es conocida por los malos tratos a prisioneros políticos, entre ellos cientos de detenidos en estas protestas, y por acoger a reclusos extranjeros.»Se observaron desórdenes y enfrentamientos el sábado por la noche» en la prisión, dijo un alto funcionario de seguridad citado por la agencia oficial Irna, y agregó que «alborotadores» provocaron un incendio.Pero «en este momento, la situación está completamente bajo control y la calma ha regresado a la prisión», aseguró.

 

Un bombero en el lugar señaló a Irna que «ocho personas resultaron heridas» y que no había víctimas mortales.

Poco antes, la oenegé Iran Human Rights (IHR) había compartido en redes sociales imágenes de un gran fuego en la prisión, en las que se escuchan disparos y gritos de «muerte al dictador», un eslogan repetido durante estas protestas en alusión al líder supremo Ali Jamenei.

La cárcel encierra a extranjeros como la académica franco-iraní Fariba Adelkhah y el estadounidense Siamak Namazi, que según su familia volvió a estar entre rejas tras una liberación temporal.

En un comunicado enviado a la AFP, la familia de Namazi se dijo «profundamente preocupada» y pidió su liberación, porque «claramente no está seguro en la prisión de Evin».

La hermana de otro estadounidense retenido, el empresario Emad Shargi, dijo que su familia está «paralizada de preocupación».

TOTALMENTE RESPONSABLE

El Departamento de Estado responsabilizó a Irán de la seguridad de los estadounidenses detenidos en Evin.

«Irán es totalmente responsable por la seguridad de nuestros ciudadanos indebidamente detenidos, quienes deberían ser liberados inmediatamente», tuiteó el portavoz de la cancillería estadounidense, Ned Price.

DEBEN MARCHARSE

La ola de protestas se desencadenó tras la muerte el 16 de septiembre de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini, cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la moral en Teherán.

Amini fue detenida supuestamente por infringir el estricto código de vestimenta de las mujeres del país, que prevé particularmente el uso obligatorio de velo.

Se trata de la mayor ola de manifestaciones y violencia en Irán desde las protestas de 2019 contra la subida de precios de la gasolina en este país petrolero.

 

Las protestas se propagan pese a los cortes de las redes sociales más populares y están encabezadas por mujeres jóvenes, que queman sus velos y no dudan en enfrentarse a la policía.

Los militantes habían pedido para este sábado manifestaciones masivas en un llamamiento en línea con el lema «¡El principio del fin!» del régimen.

«¡Los mulás deben marcharse!», coreó el sábado un grupo de alumnas sin velo en la escuela técnica y profesional Shariati de Teherán, según un video publicado en internet.

En Hamedan, al oeste de la capital, manifestantes lanzaron proyectiles contra las fuerzas de seguridad cerca de una importante rotonda, según imágenes verificadas por la AFP.

También hubo marchas en Ardabil (noroeste) y protestas universitarias en Teherán, Isfahán (sur) y Kermanshah (noroeste), según videos publicados en internet.

Los comerciantes hicieron huelga en Saqez, la ciudad originaria de Amini, en la provincia de Kurdistán, y en Mahabad, también en el noroeste, según el medio social 1500tasvir, que cubre las manifestaciones.

APOYO DE BIDEN

Miembros retirados de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, también se congregaron el sábado, según el periódico reformista Shargh.

En el mitin, un comandante de los Guardianes dijo que tres miembros de la milicia paramilitar Basij murieron y 850 resultaron heridos en Teherán desde el inicio de la «sedición», indicó Irna.

Las protestas, que entran en su quinta semana, han dado lugar a manifestaciones de solidaridad en otros países.

 

Estados Unidos y la Unión Europea determinaron sanciones contra funcionarios iraníes implicados en la represión que ha dejado ya al menos 108 muertos, incluidos 23 menores de 11 a 17 años, según Amnistía Internacional.

El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el viernes que su país está «junto a los ciudadanos, a las valientes mujeres de Irán».

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, acusó en varias ocasiones a Washington de querer desestabilizar su país.

Antes de que la UE imponga sanciones a Teherán el lunes, el jefe de la diplomacia iraní, Hosein Amir-Abdolahian, pidió al bloque que adopte una «visión realista» frente a las manifestaciones.

«¿Quién hubiera pensado que la muerte de una sola niña significaría tanto para los occidentales? ¿Qué han hecho con los cientos de miles de mártires y muertes en Irak, Afganistán, Siria y Líbano?», lanzó.

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