La única clínica en la que se realizaban abortos en el estado de Misisipi, en el centro de la histórica decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos contra ese procedimiento médico, cerró sus puertas definitivamente el miércoles.
El Jackson Women’s Health Organization, apodado la «Casa Rosada» debido al color de sus paredes, realizó las últimas intervenciones antes de la entrada en vigor, el jueves, de una ley que prohíbe todos los abortos en ese estado pobre y conservador del sur.
«Es un día muy duro para nosotros y para la última clínica de aborto de Misisipi», tuiteó la «Pink house fund», ente encargado de recibir las donaciones que aseguraban el funcionamiento de la clínica.
Sandra rompió el pacto: PC no será cancelado para servir al oficialismo pic.twitter.com/HyXjpuCpD1
— Diario La Hora (@lahoragt) July 7, 2022
«Es nuestro último día para combatir contra viento y marea, de estar ahí cuando ningún otro proveedor podía o quería. Estamos orgullosos del trabajo realizado», agregó.
La clínica se convirtió, sin querer, en protagonista del revés al aborto al iniciar el procedimiento judicial que finalizó el 24 de junio con la decisión de la Corte Suprema de revocar la sentencia conocida como ‘Roe contra Wade’, que desde 1973 garantizaba a las estadounidenses el derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo.
La clínica había denunciado una ley de Misisipi que reducía los plazos legales para abortar. Al estudiar el caso, el alto tribunal decidió dar a cada estado la libertad de anular o de prohibir el aborto en su territorio.
Trece estados habían anticipado este cambio de posición del Supremo y habían adoptada leyes que iban a entrar en vigor poco después de la sentencia.
La ley de Misisipi, adoptada en 2007, conlleva penas de hasta 10 años de prisión y no prevé sino la excepción en caso de riesgo para la vida de la madre, pero no en los casos de violación o de incesto.
La «Casa Rosada» había pedido a la justicia local bloquear esta ley, pero los tribunales la rechazaron, no dejándole otra opción que el cierre.
Dado que la mayoría de estados vecinos también son contrarios al aborto, las mujeres embarazadas de Misisipi que no quieren seguir con su embarazo deberán recurrir, solas, a la píldora abortiva o recorrer cientos de kilómetros para dicho procedimiento en Illinois.