La inflación continuó su ascenso, impulsada por el precio de los combustibles. Foto La Hora
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La inflación continuó su ascenso en febrero en Estados Unidos y llegó a un máximo en 40 años para la medición a 12 meses, impulsada por el precio de los combustibles, que suben por la guerra en Ucrania y se agregan a persistentes problemas de aprovisionamiento.

En los últimos doce meses a febrero, la inflación fue de 7,9%, la más alta desde enero de 1982. Con respecto al mes previo, el aumento de febrero fue de 0,8%, según el índice de precios al consumidor (IPC) publicado el jueves por el Departamento de Trabajo.

Los precios de la gasolina explican casi un tercio de este incremento, con un aumento de 6,6% con respecto a enero. El presidente Joe Biden sostuvo que «las familias (estadounidenses) comienzan a sentir los efectos del alza de precios de (el presidente ruso Vladimir) Putin».

«El aumento de los precios del gas y la energía contribuyeron ampliamente a la inflación, ya que los mercados reaccionaron a las acciones agresivas de Putin», sostuvo en un comunicado.

En esta imagen de archivo, el presidente Joe Biden y el presidente ruso Vladimir Putin. Foto La Hora/AP.

Los analistas se pronuncian en igual línea.

«La guerra ruso-ucraniana alimenta aún más la vertiginosa tasa de inflación a través del aumento de los precios de la energía, los alimentos y las materias primas básicas, que se inflan por el empeoramiento de los problemas de la cadena de suministro», dijo Kathy Bostjancic, economista jefe de Oxford Economics.

«Esto conducirá a un pico más alto de inflación en el corto plazo y a una desaceleración más lenta de lo esperado en 2022», agregó, al tiempo que pronosticó una inflación «de casi 6,5% de media en 2022 tras un aumento de 4,7% en 2021».

A corto plazo, la gasolina debería seguir subiendo en marzo, ya que el precio del barril se acerca a su máximo histórico desde 2008.

«Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo (detrás) de Arabia Saudita y Estados Unidos», explicó Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton. «Aunque no les compramos mucho, los precios del petróleo se fijan en función de la oferta y la demanda mundiales», remarcó.

 

EMBARGO –

Los productos alimentarios tuvieron su mayor incremento en 12 meses desde 1981 (7,9%).

Solo en febrero, el salto es de 1%, también debido al conflicto en Europa. «El petróleo aumenta el costo de la energía, de los alimentos para animales y los fertilizantes, mientras que Ucrania es uno de los mayores productores de cereales del mundo», destaca Swonk.

El alza recién comienza, advierte, y «muchos de estos cultivos no serán sembrados este año».

El presidente Biden anunció el martes un embargo sobre las importaciones estadounidenses de petróleo y gas rusos, y la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, pidió el miércoles a las empreas petroleras del país que produzcan más petróleo para alivianar el mercado y los precios.

Los precios de los autos de segunda mano, que aumentaron 41,2% desde febrero de 2021. Foto La Hora/AFP

VEHÍCULOS USADOS –

Excluyendo los precios volátiles de la alimentación y la energía, la inflación subyacente se moderó en febrero sobre enero (0,5% frente a 0,6%).

El precio de las viviendas es «por lejos el factor más importante del aumento», precisó el Departamento de Trabajo.

En 12 meses a febrero, esta medición indica un incremento de precios de 6,4%, un máximo desde agosto de 1982.

En contrapartida, los precios de los autos de segunda mano, que aumentaron 41,2% desde febrero de 2021, tuvieron un pequeño descenso mes a mes en febrero (-0,2%), el primero desde el mes de setiembre.

 

Para la oposición republicana, sin embargo, la política económica del presidente demócrata es responsable de esta disparada de precios.

La Casa Blanca hizo de la lucha contra la inflación una de sus prioridades.

Todas las miradas se concentran en la Reserva Federal, que sostendrá el martes y miércoles su reunión de política monetaria, en la cual debería decidir un primer aumento de tasas de interés en dos años. Esto tendría el efecto de encarecer el crédito y frenar la demanda y la inversión, y por lo tanto la presión sobre los precios.

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