Mientras nosotros, los ciudadanos, sigamos indiferentes o confiados en que de afuera vendrán a salvarnos, los pícaros roban más y aumentan su poder e influencia. Foto La Hora/Christian Gutiérrez

Estamos en medio de una pandemia muy seria que ha significado muchas muertes y que mantiene a millares de personas esforzándose en salvar vidas como se puede ver en el maravilloso video que hizo Carlos López Ayerdi ( https://lahora.gt/documental-expone-la-entrega-de-servidores-publicos-ante-la-pandemia-en-xela/ ) mientras hay muchas más preocupadas por cumplir con su responsabilidad social para evitar contagios. Sin embargo, esa trágica circunstancia ha sido utilizada por las mafias para lanzar su arremetida para copar la Corte de Constitucionalidad y abrir la puerta definitiva a la conformación espuria de todas las Cortes del país para asegurarse impunidad y continuar con el saqueo del país.

Estados Unidos ha tomado una firme y definida postura respecto a las maniobras que se vienen realizando para sentar al ex juez Moto en la CC y muchos sectores se han pronunciado categóricamente criticando la juramentación que hizo el Congreso mientras otros, tratando de lavar la cara con Washington, se limitan a pedir Cortes independientes pero sin hacer mención en absoluto del caso Moto porque ellos mismos están promoviendo a ese individuo para que llegue a protegerlos desde la CC.

Pero el ciudadano guatemalteco parece estar viendo los toros desde la barrera, tal vez esperanzado que sean los gringos quienes nos arreglen el grave problema de la corrupción. Y eso no será así porque limpiar al país de la pandilla de corruptos es tarea de la ciudadanía que debe entender que no sólo se están robando dinero sino nos están destruyendo al país. No tenemos sistema de educación ni sistema de salud porque sindicatos mafiosos tienen el control de esas áreas; la infraestructura es un desastre porque toda obra es solo para robar, no para beneficio de la población; las compras en general, pero especialmente en salud pública, son fuente de enormes negocios y no podemos descartar que intereses mafiosos están atrás de la desidia para adquirir la vacuna con el fin de crear condiciones para tener que “comprarla a como dé lugar” pagando precios exorbitantes sin que importe finalmente si el producto llegará en buenas condiciones a los usuarios.

Eso es apenas un resumen de aspectos de la corrupción pero la misma está regada por todos lados. Los diputados que votaron por Moto son los que se repartieron el listado geográfico y tienen que mantener su fidelidad al gobierno que les permite robar a manos llenas. Y mientras nosotros, los ciudadanos, sigamos indiferentes o confiados en que de afuera vendrán a salvarnos, los pícaros roban más y aumentan su poder e influencia. Es momento de mostrar nuestro civismo.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorNos toca construir una mejor Guatemala, ¿con quién se cuenta?
Artículo siguienteCSJ ha recibido dos expedientes para elección de magistrados ante la CC