Cuando La Hora tuvo conocimiento de un plan para crear un nuevo partido político por parte de quienes fueron parte del Movimiento Semilla, cancelado a instancias del Ministerio Público en el esfuerzo por defenestrar al Presidente Bernardo Arévalo, lo primero que hicimos fue buscar a quien era señalado como el promotor de la iniciativa, el diputado Samuel Pérez, quien rotundamente negó tal extremo, tal y como lo publicamos el día 12 de este mes.
Lo negó de manera categórica, como puede verse en el video que fue grabado en esa oportunidad, rechazando de forma absoluta cualquier intento por crear un nuevo partido político, sobre la base de que todo su esfuerzo está centrado en revertir las acciones judiciales del Ministerio Público, contando con el evidente apoyo y complacencia del juez Fredy Orellana, quien canceló el partido político pasando por alto que esas decisiones son competencia del Tribunal Supremo Electoral.
Sin embargo, pese a la contundencia de su negativa, cuatro días después declaró a Con Criterio que efectivamente estaban trabajando para la conformación de un partido político de manera que para la próxima elección, en 2027, tengan cómo participar nuevamente, ya que de momento no tienen vehículo electoral para hacerlo. Y admitió que es él quien dirige el esfuerzo, aunque afirmó que todos los miembros de la bancada y del partido cancelado están alineados con ese nuevo proyecto que les permitiría participar en los próximos comicios, cosa que han negado varios de ellos.
Justamente todo lo que supo La Hora en su momento se trató de corroborar, con toda la responsabilidad que demanda el manejo de esas informaciones, con quien dirige el proyecto de crear un nuevo partido político que sustituya a Semilla, agrupación que -evidentemente- ya dan por muerta sus mismos miembros. Sin embargo, tal y como ha ocurrido con muchísimos casos recientes, desde las oscuras negociaciones que hizo Pérez para el tema del salario, el artículo 82, las cortes, hasta el accidente en la ruta de Antigua a la capital, el diputado se enmarcó en las viejas prácticas de la política nacional, es decir, actuando sin transparencia. Es un joven político con mañas de político de la vieja política.
Nada le hubiera costado decir, al ser preguntado frontalmente, lo que luego dijo al medio Con Criterio. En cambio, dispuso negarlo descaradamente, acaso porque acá hemos criticado directa y frontalmente los acuerdos que mantiene con el diputado Luis Aguirre, con quien ha hecho alianzas en temas tan serios como la elección de magistrados a la Corte Suprema y Salas de Apelaciones y la aprobación del Presupuesto que asignó miles de millones a los Consejos de Desarrollo, práctica que ha sido corriente para salpicar a otros diputados y conseguir votos en distintos temas.
La resistencia de nuestros políticos jóvenes a operar con transparencia, diciendo siempre la verdad, es evidente y desconsuela saber que, lejos de romper con las viejas prácticas, esa gente “nueva” se suma cínicamente a ellas.