Ayer en una nota de La Hora sobre la publicación que hizo en sus redes sociales la Fiscal General, Consuelo Porras, divulgando una entrevista que le hiciera alguien que no se identifica y que le formuló preguntas sobre diversos temas relacionados con el desempeño de su labor. Al final de la entrevista y como cierre de su exposición, Porras dijo textualmente: “Aquí estamos para servirles. Siempre tomen en consideración que el compromiso de este equipo del Ministerio Público siempre va a estar para servirles”.
Supuestamente la frase estaba dirigida a todos los guatemaltecos, pero quienes conocemos cómo opera el ente a cargo de la investigación criminal sabemos que esas palabras son las que, al pie de la letra, han servido para reconocer su agradecimiento a quienes la colocaron en ese cargo. En efecto, únicamente le faltó decir algo así como “óiganlo bien Giammattei y Miguelito” puesto que si algo ha caracterizado su función y desempeño son cabalmente esos 435 días que han transcurrido sin que ninguno de los negocios que hicieron sea objeto de alguna pesquisa, no digamos investigación.
Y no solo a ellos porque el Ministerio Público de Consuelo Porras se ha encargado de ir exculpando a todos los que se enriquecieron con la corrupción y ahora no solo gozan de libertad sino que hasta reclaman y reciben los bienes que les habían sido arrebatados por la Ley de Extinción de Dominio. Un preciso reportaje sobre lo que ha ocurrido en temas de impunidad gracias a esos “servicios” que con toda devoción presta el equipo del Ministerio Público fue hecho a partir de la “entrevista” que le fuera hecha a la Fiscal General. En el mismo se detallan situaciones como las que han favorecido a Alejandro Sinibaldi y su familia, así como a otros políticos que se enriquecieron en el ejercicio del poder.
Dijo ella que todo lo hace para asegurar bienestar y prosperidad a “todos los guatemaltecos” pero es obvio que son muchos los que, se dan cuenta de las falacias y no dejan de hacer bien las cosas a pesar de la frustración que genera la impunidad institucionalizada, además que esa sensación que no hay consecuencia también ayuda a generar migración. La causa principal de la migración hacia Estados Unidos está en la corrupción y, por supuesto, en la impunidad que garantiza el Ministerio Público a los actores más perversos que robaron hasta con la compra de las vacunas que en la pandemia, adquiriendo la rusa que ni siquiera fue aprobada por la OMS.
El compromiso del MP no es con la justicia sino con la impunidad porque es tapadera de la corrupción.
