Foto: Gobierno de Guatemala -Diseño: La Hora/ Roberto Altán

El poder de los dos últimos presidentes de Guatemala ha sido extraordinario, al punto de que llegaron a controlar todas las instituciones del Estado, incluyendo las llamadas autónomas y todo para encubrir la total suciedad de esas mieles que tan extraordinaria capacidad de maniobra les permitían disfrutar. Ayer, tras obtener información sobre las visitas que hizo a la Casa Presidencial el confeso narcotraficante José Armando Ubico, La Hora consultó con Jimmy Morales sobre por qué tantas reuniones con alguien de ese calibre y el exgobernante perdió los estribos al sentirse descubierto en algo que puede tener largas colas.

No olvidemos que en ambos gobiernos funcionaron aplanadoras oficialistas en el Congreso y que Ubico fue nada más y nada menos que electo (por esas mayorías de diputados) como Presidente de la Comisión de la Defensa Nacional que tiene que ver con todo lo relacionado con el Ejército. Por cierto Felipe Alejos, quien lo llevó con su partido al Congreso, también fue miembro de esa vital comisión para asuntos relacionados con la seguridad nacional y, por supuesto, con el control territorial necesario ante los avances obvios del narcotráfico.

Y todo ello a pesar de que era público que había sido condenado en Estados Unidos, donde purgó condena, por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes, lo cual no impidió que fuera un asiduo visitante no solo de Casa Presidencial sino de los distintos cuarteles a donde llegaba investido como Presidente de la Comisión de Defensa. No solo fue condecorado por las fuerzas armadas sino que se dijo en su momento que fue determinante para ciertos ascensos y nombramientos realizados por esos gobiernos de la impunidad, lo cual es mucho más grave que aquel famoso almuerzo que, ante los ojos de agentes de la DEA, tuvo Jimmy Morales con Mario Estrada en Jalapa, antes de que el jalapaneco fuera extraditado.

La evidente molestia de Jimmy Morales ante el cuestionamiento se explica claramente porque sabiendo que aún tiene el control de instituciones como el Ministerio Público (MP) y los tribunales, ahora incluyendo la CC, el tema de la gallina en crema es el que más le preocupa, porque implica un serio riesgo para su futuro. Y es que aún sin ser para nada brillante, no puede excusar en su ignorancia sus íntimos tratos con alguien como el exdiputado José Armando Ubico, tomando en cuenta sus públicos antecedentes que hacen inexplicable el poder que le otorgó la aplanadora oficialista en el Congreso.

Imagine el lector, por un momento nada más, lo que puede hacer o dejar de hacer un narco con ese tremendo poder sobre el Ejército encargado de patrullar aire, mar y tierra, sitios por donde pasan los estupefacientes.

Redacción La Hora

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