La política nacional sufrió una tremenda sacudida esta semana tras la decisión del José Armando Ubico Aguilar de presentarse ante la justicia de Estados Unidos aceptando cargos relacionados con el narcotráfico, no simplemente porque él haya sido condecorado por el alto mando del Ejército en tiempos de Giammattei, sino también por su papel destacado como diputado del partido Todos. Y es que el mismo Ubico dijo, entre muchas otras cosas, que entregó dinero a un funcionario guatemalteco de parte de un narcotraficante.
Ubico ya tenía antecedentes y fue condenado en Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico, pero a pesar de esa mancha en su hoja de vida fue uno de los más importantes diputados del partido Todos de Felipe Alejos y fue en esa calidad que fue Presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, manteniendo estrecha relación con altos mandos militares. Justamente la Fiscalía norteamericana que había solicitado su extradición lo señala de haber intervenido para impedir presencia policial o militar en las áreas útiles para el trasiego de drogas.
Giammattei y Felipe Alejos siempre manifestaron enorme aprecio hacia José Ubico e inclusive lo defendieron cuando públicamente se le hicieron señalamientos por la condena que recibió hace más de 20 años en Estados Unidos por el delito de tráfico de drogas hacia ese país.
Al entregarse y aceptar los cargos Ubico busca, como lo han hecho muchos narcotraficantes en el pasado, una substancial reducción de la pena correspondiente por los delitos que figuran en la acusación, pero para ello tiene simplemente que soltar la sopa, como se dice corrientemente, y la reducción dependerá básicamente del tipo de información que pueda y quiera proveer, lo que pone en aprietos a las personas con las que tuvo estrecho contacto durante su carrera política.
Según la fiscalía de Texas que lleva el caso en su contra, las acusaciones se derivan cabalmente del contenido de declaraciones de otros narcotraficantes ya condenados que explicaron cómo Ubico era pieza clave en la creación de un entramado para alejar a las fuerzas del orden de las áreas de operación de los narcos.
Dado el carácter público de su anterior condena nadie puede alegar ignorancia respecto a las acciones de Ubico y llama la atención que el mismo TSE que impidió participar a políticos que habían sido condenados en Estados Unidos por otro tipo de delitos, permitiera hace unos años la inscripción de él como candidato del partido Todos de Felipe Alejos, pese a la certeza existente.
Muchos estarán preocupados por ver hasta dónde y hasta quiénes llegan los señalamientos que haga Ubico para negociar una reducción de su condena, aunque salta a la vista quienes se esmeraron tanto en protegerlo, arroparlo y condecorarlo.