Foto José Orozco - Banco de imágenes de canva - Diseño La Hora / Roberto Altán

Este mes el Consejo de la Carrera Judicial tendrá que informar oficialmente al Congreso que el período de los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Salas de Apelaciones vencerá el próximo día 13 de octubre, fecha en la que deberán entregar los cargos a quienes resulten nombrados por el Legislativo, dentro de los que conformen los listados de las postuladoras. El presidente del Congreso dijo que de conformidad con fallos previos de la CC, las Postuladoras serán convocadas en el mes de junio.

Si algo puede calificarse como la madre de todas las batallas para enderezar al país es el rescate del sistema de justicia sin el cual los operadores de la corrupción seguirán campeando por todos lados, sin temor a castigo legal, y complicando a los inversionistas serios que quieren venir a Guatemala con sus capitales. En pocas palabras, todo el futuro del país depende de si tenemos o no la capacidad de rescatar la justicia que fue presa de las mafias que controlan la institucionalidad del país y que buscan, a como dé lugar, descarrilar el proceso iniciado con un mandato popular absolutamente claro.

Todo el sistema, empezando por el Ministerio Público y terminando con la misma Corte de Constitucionalidad, fue presa de hábiles maniobras para crear, como bien dijo el Presidente Arévalo en la OEA, un modelo que garantice “el interés de estas redes político-criminales” para, “en primer lugar, facilitar la corrupción, garantizando impunidad y, como hemos visto en el caso del MP, criminalizando a actores que están luchando contra la corrupción”.

En el fondo es un hecho que el mandato popular no tiene sentido sin ese fundamental cambio que debe darse en el modelo judicial que prostituyó por completo el Estado de Derecho en el país, aniquilando el sentido mismo de la justicia. Es imperativo que la sociedad, además de la comunidad internacional, adopte una actitud vigilante y exigente para evitar que se vuelvan a dar interferencias como las que vimos en anteriores procesos de postulación de aspirantes a Magistrados.

Tras las mafias de Sinibaldi y Baldizón, que mantuvieron por nueve años a “sus magistrados”, producto de un sucio pacto político, vinieron las maniobras de Alejos para repetir la historia, lo que mantuvo por tantos años a quienes llegaron para apañar los vicios. Ahora es imperativo que el trabajo de las postuladoras sea supervisado de manera estrecha por la sociedad y por todos aquellos que entienden lo que significa un país con la justicia capturada por los más mafiosos.

Con el aviso del Consejo de la Carrera Judicial arranca la que es, sin duda alguna, la madre de todas nuestras batallas.

Redacción La Hora

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