Diseño La Hora / Alejandro Ramírez - Foto: José Orozco, X / Bernardo Arévalo, Ministerio Público, Contraloría General de Cuentas, Maria José Bonilla, Presidencia.

En Guatemala el Viernes de Dolores es el preludio de la Semana Santa y en términos generales la actividad normal cesa o cuando menos baja de ritmo a partir del día de hoy ,para celebrar la conmemoración de la pasión y resurrección de Jesucristo que vino al mundo para salvar a la humanidad. Este año hemos vivido tiempos realmente agitados desde las dos primeras semanas del año en las que la tónica para impedir el cambio de mando marcó horas de mucha convulsión y, posteriormente, a lo largo de los dos meses siguientes la pobre implementación del mandato expresado en las urnas ha sido tema candente.

Ello por la habilidad que tuvieron los desplazados por el resultado electoral para dejar amarradas piezas importantes que hagan difícil, por lo menos, cumplir con lo ordenado por los ciudadanos que acudieron a las urnas para expresar su hartazgo por la descomposición de nuestro sistema político y legal. No cabe duda que dejaron pitas bien amarradas para asegurarse la protección que necesitan ante aquella avalancha contra la corrupción que se manifestó pacífica, pero con mucha firmeza en las urnas.

Creemos importante que este respiro que empieza hoy sea aprovechado tanto por la ciudadanía como por las autoridades, tanto las electas como las que se empeñan en hacerles la vida imposible, para reflexionar sobre su futuro y el futuro del país, de manera que se puedan emprender acciones al terminar la Semana de Pascua. Con aires renovados tras el descanso, físico y mental, deben plantearse acciones que permitan avanzar en el cumplimiento de lo ordenado de forma clara y categórica.

El notable esfuerzo que se hace, especialmente en redes sociales, para descalificar cualquier acción de las nuevas autoridades se ve acompañado de un intenso trabajo para recuperar terreno y restablecer alianzas de parte de quienes aún ahora insisten en descarrilar el proceso marcado por el resultado electoral. Mientras la opinión pública descansa y se relaja, las autoridades deben trabajar, hasta horas extra, para presentar las pruebas sobre la forma en que se usaron los fondos públicos para beneficio de determinadas personas y con base en esa documentación emprender la ruta que evidencie quiénes son tapadera para ocultar todos esos hechos que han causado tanto daño al país.

Hay circunstancias en la vida en las que no hay tiempo para darnos un respiro y eso aplica ahora a las nuevas autoridades que deben poner sobre la mesa el descalabro que encontraron para iniciar una verdadera sanación del sistema administrativo del país. En otras palabras, aprovechando que la opinión pública se tomará su descanso, ellos deben avanzar con firmeza y determinación para cumplirle al pueblo que dijo ¡No más corrupción!

Redacción La Hora

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