Ayer, en Emisoras Unidas, el magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC) Roberto Molina Barreto, afirmó que él no ve nada que impida una transición el 14 de enero. “Ningún órgano jurisdiccional tiene la facultad de anular un proceso electoral”. En términos de la democracia, su declaración es muy importante, positivo, oportuno y le toca a él y los demás magistrados de la CC respaldar con resoluciones lo que expresó para asegurar la democracia en Guatemala.
Por el otro lado, afirmó que el ambiente de incertidumbre que hay en el país por el tema electoral es culpa de los medios de comunicación que generan confusión porque, a su juicio, no hay ningún plan para irrespetar la voluntad popular. Empecemos por decir que es obvio que Molina Barreto se hace el que no escuchó las declaraciones de Rafael Curruchiche cuando fueron a sacar las cajas que contenían los resultados de la elección, porque el jefe de la FECI, a pesar de la reserva que impuso al caso, fue lo suficientemente claro como para evidenciar lo que se propone.
Los medios de comunicación trasladamos la información que producen las fuentes oficiales y en el caso del Ministerio Público (MP) se oculta todo lo relacionado al proceso electoral porque argumentan esa reserva, no obstante lo cual continúan con sus acciones en contra de quienes tuvieron alguna responsabilidad en el proceso democrático. Hay ya solicitud de antejuicio contra los magistrados del TSE y se está acosando a personas que integraron las juntas electorales, situación que Mollina Barreto no abordó durante su entrevista porque él se centró más en atacar a los medios que, con toda razón, han sido críticos del papel de la CC.
Pasó por alto que las manifestaciones y bloqueos (estos que no deben darse) se originaron cuando con el mismo número de caso de las firmas del partido Semilla, se fueron a “jalar” como asaltantes de bóveda las actas que son la pureza del proceso. ¿Fueron los medios los que provocaron que mucha gente dijera “ya basta”?
Dijo que ningún juez puede anular las elecciones porque la autoridad corresponde al Tribunal Supremo Electoral, pero también que cuando “hay actos u omisiones de cualquier organismo, es cuando es posible que sea activada la Corte de Constitucionalidad, que no debe ser invasora de funciones”. Como bien hubiera dicho Cantinflas, ahí está el detalle, puesto que viendo la forma en que la CC ha resuelto cada una de las acciones relacionadas con las elecciones deja ver su absoluta identificación con el sistema que tiene capturadas a todas las instituciones del Estado y por eso dijimos al inicio que las palabras deben ir acompañas de resoluciones.
Afirmó que así como “las Cortes, la Fiscalía, la presidencia y los partidos políticos” han cambiado su proceder, también los medios de comunicación lo deben hacer y saber que tienen un papel muy importante de orientación al pueblo. ¿Será que el Magistrado infiere que así como se colocó a esas cortes, la fiscalía, los partidos políticos y la presidencia al servicio del sistema de corrupción, la prensa también debe entrar a ese juego, en vez de continuar con lo que él llama desinformación?
La ponencia de Molina Barreto en aquellos días de julio de este año suspendía la segunda vuelta y solo cuando publicamos en La Hora y la gente reaccionó, modificaron las palabras. ¿Será eso lo que lo que más le incomoda?
Los medios como todos debemos siempre vernos para adentro porque nadie es perfecto, pero de eso a decir que por culpa de los medios el país está agitado, es una de las expresiones que pintan de cuerpo entero al magistrado de la corte.
Los antecedentes de Molina Barreto y sus ponencias para fallos de la Corte son, afortunadamente, bien conocidos y por lo tanto los baños de pureza quedan cortos en declaraciones si las acciones y resoluciones terminan demostrando lo contrario.