Gracias a los llamados teléfonos inteligentes quedó al descubierto el plan de la UNE y las instrucciones giradas por su candidata para que, sí o sí, se impugnen los resultados de todas las mesas electorales, con lo que pretende traerse abajo todo el proceso electoral en una maniobra perversa que ni siquiera a Donald Trump se le ocurrió cuando perdió la elección presidencial. Las redes sociales han viralizado videos en los que en la “capacitación” de los fiscales de mesas del partido de Sandra Torres, se les advierte que quien no esté dispuesto a impugnar que lo haga saber inmediatamente para sustituirlo.
En Estados Unidos, durante la elección de 2020, vimos toda clase de marufias para propagar la mega mentira de un fraude que dejó fuera al Presidente de ese país en su lucha por la reelección. Aún hoy en día se continúa con la misma retórica sin que haya habido un solo caso debidamente probado ante alguna instancia legal, pero Trump cree, como Torres, en la idea de Joseph Goebbels de mentir y mentir hasta que la mentira se vuelva verdad.
Lo que demuestra esa instrucción que están girando a los fiscales, junto con las órdenes que se dan a ciertos empleados públicos de votar por Torres so pena de ser destituidos, confirma lo que mucha gente piensa desde hace rato, en el sentido de que ella está cerca de volver a jugar su ya histórico papel de “hacer presidentes” porque basta y sobra que se cuele a segunda vuelta para dar por definidas las cosas con el triunfo de su adversario, sea quien sea. Si le ganaron Giammattei y Morales, es obvio que un candidato que se perfila como contrario a ese sistema que ya tiene hartos a los guatemaltecos lleva ventaja.
En otros tiempos instrucciones como la que se está dando a los fiscales de mesa reclutados por la UNE hubieran pasado inadvertidas, pero con la tecnología actual la misma quedó probada, al punto de que a Torres solo le quedó decir, para variar, que se sacó el asunto de contexto, aunque al final ratifica que “no va a permitir de nuevo problemas similares registrados el 25 de junio con las actas a nivel nacional” (sic).
Los pasos de animal grande se sienten ya muy fuertes y hacen temblar a la candidata que va por su tercera segunda vuelta con idénticos pronósticos a lo que ocurrió en las oportunidades anteriores, tanto así que recluta fiscales que, pase lo que pase y sea el resultado que sea, se comprometan a impugnarlo en cada mesa para crear la ficción de que le robaron una elección que teme no poder ganar.