En la imagen Manuel Conde y Miguel Martínez del partido Vamos.
En la imagen Manuel Conde y Miguel Martínez del partido Vamos. Diseño La Hora

En Guatemala hemos tenido experiencias muy claras de lo que es un fraude electoral. De hecho, en las elecciones de 1974, 1978 y 1982 vimos cómo es que se hace ese tipo de manoseo de las elecciones, que llegó a ser tan importante que en la elección del 74 hasta trajo al presidente Somoza de Nicaragua quien vino no solo a ver cómo operaban, sino a trasladar sus propias y abundantes experiencias. Por ello llama la atención que ahora, con tal de destruir este proceso cuyo resultado sorprendió a tantos, se trate de hacer el montaje de que el 25 de junio se realizó un manoseo de los votos nada más y anda menos que a favor de Semilla.

Ese partido, en efecto, no aparecía en las encuestas y los votos que obtuvo lo colocan en segunda vuelta; esa deficiencia de las encuestas hechas en el país es lo que los promotores de la falacia del fraude están usando como “prueba irrefutable” de su absurdo alegato. Pero hay que ver todo el contexto electoral para entender si realmente hubo algún fraude.

El Ministerio Público, al pedir el listado de los digitadores que se encargaron de subir los datos ha dado elementos para que los netcenteros que promueven la idea del fraude, avalados por las posturas de los oficialistas del partido Vamos y sus muchos aliados en el tema de la corrupción, digan que fue en la digitalización de los resultados en donde se produjo la maniobra. Suponiendo que algún partido haya tenido la influencia y capacidad de maniobrar la digitalización de datos, ¿cómo fue que no usaron esa capacidad para aprovecharla en todos los cargos en disputa, como se hacía en los viejos fraudes?

Si alguien tuvo capacidad de manosear el resultado de la elección presidencial pudo haberse aprovechado para borrar del mapa el resultado que la manipulación del dinero público del presupuesto permitió en términos de la elección de diputados y de Alcaldes. Hablamos de las elecciones fraudulentas de los años setentas y ochentas porque en esos procesos era obvio que metían mano en todos los procesos.

Si los digitadores habrían hecho fraude a favor de Semilla, ¿por qué no se quedaron con la alcaldía? ¿Por qué el manoseo permitió que más de 120 alcaldes que se pasaron a Vamos luego de los sucios manejos del presupuesto así para movilizar a los electores no fue alterado por los supuestos digitadores a favor de Semilla? ¿Cómo es que Vamos amasó tal cantidad de diputados?

No hubo tales de fraude y la narrativa oficial se queda sin sustento cuando solo alegan por lo que no les conviene de los resultados del 25 de junio.

Si existió algún manoseo electoral el mismo no ocurrió el día de la elección sino se hizo antes, cuando el Congreso hizo piñata el presupuesto para entregar dinero a manos llenas a Alcaldes y operadores que se encargarían de acarrear gente para darle votos a Vamos.

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