En la imagen, magistrados del TSE en conferencia de prensa. Foto La Hora/Jose Orozco
Foto de archivo, 12 de mayo de 2,023. En la imagen, magistrados del TSE en conferencia de prensa. Foto La Hora/Jose Orozco

La falta de una adecuada logística para atender la masiva impresión de papeletas está colocando en serios apuros al Tribunal Supremo Electoral (TSE), no solo por la serie de recursos interpuestos por los diferentes candidatos, sino también porque no abundan las imprentas que puedan realizar esa millonaria reproducción de enormes papeletas en las que figuran los partidos y sus candidatos.

A menos de mes y medio de las elecciones todavía no ha avanzado ese proceso que es vital para la realización de los comicios y, aun contratando impresores fuera de las fronteras patrias, será una riesgosa lucha contra reloj dada esta proliferación de entidades políticas que pueden postular candidatos. No olvidemos que además de las papeletas de Presidente, Vicepresidente y Parlacén, están las de los diputados nacionales y distritales, así como los aspirantes a integrar cada una de las Corporaciones Municipales de todo el país.

Y aunque se vislumbra algún nivel importante de abstencionismo, el TSE debe prepararse para ofrecer tantas papeletas como ciudadanos empadronados se registran en cada distrito, lo que los coloca en una complicada situación porque, repetimos, la impresión no es cosa que se pueda concretar por arte de magia ni de la noche a la mañana. De momento no se puede siquiera empezar ese proceso por los recursos pendientes que hay, lo cual hace que la carrera contra reloj sea cada vez más riesgosa.

Podemos decir, con justa razón, que este problema viene a ser nada más y nada menos que otra mancha más al tigre porque ya el Tribunal ha dado abundantes muestras de no tener la capacidad para administrar eficientemente el proceso electoral. Y eso sin mencionar la ausencia de credibilidad que se han ido ganando a pulso y que hace que tanta gente vuelva a pensar, como en aquellos remotos años 80 del siglo pasado, en la posibilidad real que alguien quiera meter las manos el 25 de junio para llevar a cabo un fraude en las elecciones.

No se conoce cuál ha sido el procedimiento seguido para la impresión de las papeletas ni, mucho menos, cuáles son las empresas contratadas, pero sin duda que disponiendo de poquito más de un mes, deben estar comprometidas la inmensa mayoría de las imprentas que existen en el país y, como dijimos, a lo mejor hasta algunas del extranjero porque, matemáticamente, el tiempo es demasiado estrecho.

Cualquier falla o deficiencia en la impresión de las papeletas puede dañar seriamente todo el proceso, ya sea porque no se pueda concretar alguna elección o porque, a causa de deficiencias, se dé lugar a la presentación de recursos legales que pongan en peligro la validez de la elección.

Artículo anteriorLa operadora de telefonía Vodafone recortará 11.000 empleos
Artículo siguienteFolarin Balogun decide jugar por EE. UU. en vez de Inglaterra