Factor Méndez Doninelli
El Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) y la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) paralizaron el país con movilizaciones realizadas esta semana, que incluyeron bloqueos simultáneos en carreteras efectuados por lo menos, en 26 lugares de las rutas principales en toda la República, y culminó con una manifestación en la ciudad de Guatemala, donde entregaron a autoridades de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, un pliego de peticiones reiterando las demandas históricas y que antes plantearon en febrero, pero hasta ahora no han sido atendidas, menos satisfechas.
Las principales demandas del CODECA y la CNOC son: 1. Nacionalización de la energía eléctrica; 2. Convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente (ANC); 3. Cese de la persecución política contra defensores de derechos humanos; 4. Implementar política de repartición de tierra para campesinos; 5. Abastecimiento de medicinas para los hospitales; 6. Asignación de US$38 millones para subsidio agrícola; y 7. Aprobación de la Ley para regular recursos naturales, como el agua.
Como siempre pasa cuando se anuncian las movilizaciones campesinas, las élites económicas y empresariales, refunfuñan y llenos de cólera, gritan a los cuatro vientos que las manifestaciones y los bloqueos en las carreteras, “violan la libertad de locomoción de las personas”, en consecuencia, otra vez, presentaron un recurso de Amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC), que fue declarado con lugar, ordenando a la Policía Nacional Civil (PNC), que debía actuar contra los manifestantes para garantizar la libre locomoción.
No obstante, el paro se realizó conforme lo planificado por las organizaciones convocantes, sin que se reportaran incidentes. Dirigentes campesinos sostuvieron que la toma de carreteras, las manifestaciones públicas y audiencias con altas autoridades de Estado y de Gobierno, son formas de lucha para poder ser escuchadas, para visibilizar la precaria condición de la economía campesina y trasladar a las autoridades, las demandas que han reiterado una vez más. El actual Gobierno oligárquico, militar y de saltimbanquis, sigue como los anteriores, dorando la píldora, entreteniendo la nigua, creando mesas de diálogo que no resuelven nada, nada de nada.
Las peticiones de los campesinos son antiguas, las han reiterado varias veces, aun así, no han logrado taladrar los oídos de piedra de las élites y sus comparsas, que siguen dando la espalda a la conflictiva realidad de la Guatemala profunda, sin importarles el bien común. Las élites y sus comparsas que quieren mantener el actual estado de cosas, repleto de injusticia, impunidad, corrupción, discriminación y exclusión. Son los mismos que quieren mantener un Estado débil, que quieren privatizarlo todo, que adoran el capitalismo voraz, el neoliberalismo y el consumismo.
Los campesinos tienen razón, cuando exigen tierra para producir y sobrevivir con limitaciones de toda índole. Tienen razón, cuando exigen la nacionalización de la energía eléctrica, no sólo por las altas tarifas impuestas por las empresas, también por el mal servicio. Tienen razón, cuando piden que cese la criminalización y persecución contra defensores de derechos humanos. Tienen razón, cuando solicitan que se apruebe una Ley de aguas, para regular el uso y tenencia de fuentes hídricas. Los campesinos tienen razón, cuando realizan manifestaciones y bloqueos de carreteras, como formas de lucha para visibilizar su presencia y hacer oír su voz.