POR KIMBERLY LÓPEZ
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La Corporación Financiera Internacional (IFC) (por sus siglas en inglés) aclaró a La Hora que fue esta entidad la que invirtió en la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), y no fue el Banco Mundial. Según indicaron, la institución es miembro del Grupo Banco Mundial, pero independiente.
Se le consultó a Gabriel Goldschmidt, gerente para infraestructura en América Latina de IFC, por qué avalaron un préstamo, a pesar de los claros señalamientos de corrupción y dijeron que tomaron la decisión con base a un dictamen de la Secretaría General de la Presidencia, un comunicado oficial de la Portuaria Quetzal y la existencia de otros 22 usufructos.
Sabían que el caso era controvertido, pero legal, dijeron. Además, enfatizaron en que hasta ahora se han presentado señalamientos, pero persiste la presunción de inocencia.