El Ministerio Público presentó una apelación en contra de la sentencia que dejó en libertad a Astrid Paola Pimentel, quien era auxiliar fiscal de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, luego que el Tribunal Undécimo Penal no encontró pruebas que permitieron declararla culpable del delito de revelación de información confidencial o clasificada.
Según el escrito de la fiscalía, la apelación es presentada bajo el fundamento de una «injusticia notoria», porque el tribunal no admitió la prueba reina del caso, que consiste en un dispositivo USB que supuestamente contiene la información filtrada.
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Durante el debate, el Tribunal descartó el uso de dicha prueba porque el MP pretendía utilizar la misma, a pesar de que en la audiencia de ofrecimiento de prueba, el juez Mario Hichos, no la admitió por no cumplir con los requerimientos establecidos en ley.
En consecuencia, la jueza Patricia Verás, determinó que su contenido no podría reproducirse ni verificarse para comprobar si incluye las declaraciones de testigos protegidos que, según la acusación, Pimentel reveló.
A decir de la fiscalía, a pesar de que un dispositivo USB era una prueba no admitida, el tribunal no solicitó que se abriera para conocer su contenido, lo que llevo a una «interpretación ilógica y sin usar la experiencia común».
La apelación fue trasladada a manos de la Sala Tercera Penal, quien debe analizar el contenido de la misma y revisar la sentencia emitida por el Tribunal Undécimo de Sentencia Penal para decidir si la absolución a favor de Pimentel persiste o bien, cambia la decisión.
