“Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.” Clive Lewis
No sé si el actual inquilino de Casa Presidencial pecó de iluso, inexperto, estuvo mal asesorado, o simplemente no escucha o no sabe escuchar, pero no cabe duda de que los errores en política se pagan a un precio muchísimo más alto que los de otro tipo, uno de los más importantes es el haber apoyado, no se bajo que circunstancias internas, al alcalde de Santa Catarina Pinula para presidente de la ANAM, primero por lo importante de los acuerdos entre alcaldías y Ejecutivo, y segundo por la gobernabilidad necesaria, en este caso ideológicamente no se si les une algo, y si la ideología en el actual espectro nacional tenga algún sentido.
En el país, hemos transitado históricamente entre el liberalismo y nacionalismo, la izquierda ha estado marginada, después de un conflicto que duró 36 años, en el que los muertos fueron más de un grupo que del otro, y en el que quien más perdió fue la sociedad, llegando al contexto actual, en que vivimos en una constante crisis económica y social, situación que ha dado como resultado un país manifiestamente desigual, en el que la exclusión social de determinados grupos ha sido más que manifiesta, en lo personal, por lo que he escuchado del discurso del actual Presidente, no lo considero de izquierda, tampoco socialista, más le veo como una derecha moderada, necesaria en momentos en que se manifiesta una vidente deriva del socialismo en general, y dado el momento histórico en que vivimos, es indiscutible que necesitamos más el centro que una ideología radicalizada.
Nuestra llamada clase política va más por los intereses personales o de grupo, que por el interés general, y de ideologías estamos bastante pobres, por lo que los negocios es lo primero, la dificultad es que tipo de negocios son, en ese orden, la palabra entre la clase política es más seguro que sea incumplida, porque van en pos de una satisfacción personal, estando en contexto, parece que el actual inquilino de casa presidencial decidió que podía integrar una red de apoyo político para el actual periodo, esperando ese resultado, decidió apoyar a un alcalde para la presidencia de la ANAM, asumo que no lo investigo primero, y se le cumplió el viejo adagio que dice: “El que con niños se acuesta amanece…” Y se hizo realidad, porque públicamente dos golpes han dado ya el Alcalde de Santa Catalina Pinula al gobierno, el primero cuando fue declarada con lugar la inconstitucionalidad contra el reglamento de desechos promovida por otro alcalde, pero avalada abiertamente por Siero, resolución que traslada tácitamente la obligación del manejo de los desechos a los alcaldes, al manifestar que según el Código Municipal, corresponden a cada municipio, la regulación de la gestión de sus residuos, inmediatamente el alcalde Siero públicamente pidió soluciones al gobierno, sin afrontar como debió ser su obligación constitucional como consecuencia de la sentencia.
El segundo golpe fue la amenaza de salir a las calles si el presidente, en cumplimiento de la transparencia del Gasto Público, veta el decreto 7-2025, el alcalde hizo público que: “Si el presidente veta la ley va a tener manifestaciones públicas”, la pregunta obligada es quien va a promover y liderar esas manifestaciones, cuando es evidente que con la entrada en vigencia del decreto mencionado, se abre la caja fiscal para convertirla en piñata, de la que quienes no recibiremos dulces somos la población, porque los caramelos se quedaran en manos de los de siempre, pero será la fábrica completa.
El resultado del movimiento llevado a cabo por el Ejecutivo al aliarse con el alcalde Siero, fue que ligaron su administración a alguien que como casi todos los políticos del país no saben que es la palabra dada, la fidelidad política, y tampoco les interesan las consecuencias de sus actos, porque están acostumbrados a cambiarse de grupo como de calcetines, y a tirar los calcetines y comprarse nuevos.
El actual ejecutivo apostó especialmente por la juventud, que está muy bien, lo que no evaluó es la importancia de la experiencia y la madurez tan necesaria para el ejercicio de la función pública, el mensaje recibido por la población se reduce a improvisación.
En conclusión, todo se resume, en una palabra: Decepción.