VARSOVIA, Polonia
AP

Decenas de personas asistieron a un breve concierto efectuado el lunes en la noche en Varsovia en apoyo a un pianista y maestro chileno que fue golpeado por varios cabezas rapadas que lo confundieron con un árabe.

La agresión ocurrió en medio de un incremento de la islamofobia en Polonia.

Decenas de sirios cristianos recibieron el año pasado asilo en Polonia, aunque la mayoría viajó rápidamente a Europa occidental.

El año pasado, Polonia se comprometió a recibir 7.000 inmigrantes, aunque sólo se prevé la llegada de una fracción de esa cifra este año.

El Comisionado de Derechos Humanos, Adam Bodnar, pidió a la gente asistir al concierto en una muestra de solidaridad con Christiano Ramos, el chileno que fue atacado en fecha reciente en un tren cerca de Varsovia.

Ramos, que vive en el país desde hace muchos años, perdió un diente y resultó lastimado en la cabeza. Él mismo tocó el piano en el concierto.

Bodnar dijo que pretendía convencer a Ramos y otros como él de que «tienen muchos amigos en Polonia, que la sociedad polaca puede ser diferente y que no debería decidir abandonar nuestro país».

En los últimos meses el aumento de las expresiones de odio contra los árabes han derivado en incidentes violentos, según el funcionario.

«Desafortunadamente, los numerosos discursos de odio hacia los árabes se traducen en incidentes de violencia derivados del odio», agregó Bodnar. «Prácticamente casi cada dos semanas estamos identificando una situación donde alguien es atacado sólo porque ‘parece árabe»’.

El año pasado, un sirio cristiano fue agredido en Poznan, una ciudad en el oeste de Polonia. El lunes una corte sentenció a uno de sus atacantes a dos años de prisión, y un segundo a tres meses.

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